El ingeniero comercial Gonzalo Pablo Valdés posee una amplia experiencia en el sector de la salmonicultura. Tiene también la virtud de poner en palabras claras y concisas a su visión acerca de la industria, su actualidad y las perspectivas en Puerto Natales y Magallanes.
Conversamos con él sobre la influencia del sector en materia laboral, una comparación entre los duros años 70 y los actuales y el futuro de la actividad.
Valdés también es Técnico en Prevención de Riesgos y Técnico en Producción de Peces. Fue Coordinador de Intervención de campamentos, Fundación Techo (ex Techo para Chile. Tiene 10 años de experiencia en diversos cargos e la Industria del Salmón, en áreas de reproducción, agua dulce, agua mar y planta de proceso y es columnista Diario El Pingüino. Ha sido candidato a CORE y Concejal.
-¿Cuál es la influencia económica en materia de empleo de la salmonicultura en Puerto Natales específicamente?
-Si dejamos el empleo público de lado, la salmonicultura viene a reemplazar empleos solo un nivel comparable con los que ofertó en su tiempo la Sociedad Explotadora Tierra del Fuego (SETF), empresa que está ligada al origen de Natales en el siglo pasado, debido a la amplia gama de bienes y servicios que esta industria requiere. Esto ha impactado positivamente en diferentes rubros de Natales, con servicios que solo se pueden prestar aquí, a nivel local, como por ejemplo ferretería naval, transporte, víveres y una serie de servicios locales como de los giros de mantención, marítimos y de desinfección entre otros.
Lo más relevante en mi opción es que el proceso de engorda del salmón supera los 12 meses, y eso requiere una mano de obra con un contrato indefinido y capacitación permanente, lo que se traduce en un empleo de mayor calidad, a diferencia de otros empleos por temporada o faena.
Otra situación que destaca, es que la salmonicultura ha dado espacio a que jóvenes y adultos tengan la posibilidad de ejercer su profesión, no debemos olvidar que la Universidad de Magallanes gradúa cada año a Biólogos Marinos y Técnicos en Acuicultura, como también a los Técnicos en Nivel Medio que egresan de Punta Arenas, como alguna vez egresaron del Liceo Politécnico de Puerto Natales, el no poder ejercer lo que estudian técnicos y profesionales también produce una frustración en los profesionales en la comuna.
-¿Qué comparaciones económicas y sociales se pueden hacer respecto del Natales de los 70 y este donde confluyen la salmonicultura y el turismo?
La situación de los años 70 era paupérrima, el cierre de las operaciones de la SETF, dieron el paso a la contratación masiva de hombres en los Yacimientos de Carbón, y en los Campamentos de ENAP en la región, que motivo una migración a diversos lugares del país y el extranjero, que sumado al conflicto del Beagle en 1978 y una difícil época en los inicios de los 80, gatillaron no tener oportunidades para la gente joven.
De modo incipiente el turismo fue otorgando empleos ligados a pequeños emprendimientos ligados a la alimentación, alojamiento y transporte a los Natalinos, en donde muchos vieron una oportunidad hasta el día de hoy, pero hay una gran diferencia con la industria del salmón. Si los jóvenes accedieron por primera vez a los estudios superiores con el dinero familiar proveniente del Turbio y del Turismo, fue la Industria completa del salmón, la que les permitió ejercer su profesión viviendo en Natales, esto sin dejar de lado a empleos de operarios, técnicos y mandos medios, es por este motivo que el apoyo a la industria ha sido transversal, ha hecho sentir que todos son útiles y esto crea un vínculo importante en todo el tejido social, todos se sienten parte en la gran cadena de producción, en otras palabras a todos les toca en mayor o menor medida.
-¿Qué proyecciones pueden hacerse respecto de la industria salmonera en Natales?
La industria del salmón tiene un mercado de consumidores muy informado y exigente, el precio no es tan relevante para su consumidor internacional, debido a que le da mucha importancia a que el producto que compra cumpla las normativas de medio ambiente, respeto a la seguridad del trabajador y un bajo uso de medicamentos en el proceso, es un consumidor que castiga las malas prácticas de mano factura.
Lo que resalta es que con los datos de Boletín de Exportación Nº109 del INE 2022, el rubro Alimentos, que incluye la salmonicultura, pesca y ganadería, se visualiza que el aporte de este rubro en las exportaciones es de un 44,9 %, seguido por todo el resto de las industrias de la región con un 30% y dejando a las refinerías de petróleo con solo un 6,8%, dando una clara señal de la potencia agroalimentaria que despertó en Magallanes.
Los desafíos del salmón están concentrados en las fase de engorda, aprovechando las bajas temperaturas y largos veranos de luz, también en el procesamiento de la carne de salmón que debería estar orientada a dar un mayor valor agregado a los productos, en reutilizar sus desechos, en aumentar las toneladas producidas y buscar entregar nuevas presentaciones, con mayor variedad de cortes y productos ahumados que darán más oportunidades laborales en una industria.
Se debe ser más sustentable y eficiente para liderar en los pocos países que tienen las condiciones para producir salmón y trucha, nunca se debe olvidar que Puerto Natales es una ciudad marítima, costera, vinculada históricamente al mar, es una ciudad puerto que debe diversificar su economía, “debemos poner los huevos es distintas canastas”.
Aquí puedes leer el último reporte de empleo del Consejo del Salmón.
