Viaje a la Editorial Magallánica. Primera parte. [Por Víctor Hernández Godoy]

24 de abril de 2022

Con la asistencia de treinta autores de nuestra región austral, a fines de julio de 1980, se efectuó en la sala América de la Biblioteca Nacional en Santiago, el Primer Encuentro Nacional de Escritores de Magallanes. Más de la mitad de ellos estaban domiciliados en distintos puntos del norte del país, quienes junto a otros siete literatos provenientes de Punta Arenas, dieron vida a este magno evento cultural.

El cónclave de cinco días de duración, concluyó con la redacción de un documento que sugería la consecución de estos Encuentros cada dos años, y la formación a la brevedad de un organismo que aglutinara a los escritores magallánicos, de acuerdo con la nueva legislación que se esperaba aprobar en los próximos meses, -la Constitución del 80- y que de paso, remplazara al antiguo Centro de Escritores de Magallanes.

De esta manera, nació el 28 de diciembre de 1980, la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) filial Magallanes, con un directorio conformado por Marino Muñoz Lagos, en la presidencia; Osvaldo Wegmann Hansen, de vicepresidente; Eugenio Mimica Barassi, como secretario; y José Perich Slater, en calidad de tesorero.

La nueva institución se abocó a preparar el Segundo Encuentro Nacional de Escritores a realizarse en Punta Arenas en octubre de 1982 con la publicación de dos antologías editadas con el aporte de la Ilustre Municipalidad de Punta Arenas. La primera de ellas, denominada “Tomo 1 poesía”, que aunque omite el nombre de Aristóteles España, (suponemos  la intervención de la censura) reunió a veintinueve creadores –posiblemente los mejores exponentes del género poético en nuestra región- con el mérito adicional de ser además, el primer estudio compilatorio de la actividad lírica en la historia literaria de Magallanes.

El segundo libro llamado “Tomo 2, cuentos”, agrupaba a veinte narradores y si bien, echamos de menos la presencia de Juan Mihovilovich, quien había sido galardonado en diversos certámenes nacionales, es un trabajo que actualiza el estado de la prosa austral, desde la aparición de la “Antología del cuento magallánico”, editada en 1952, con prólogo del profesor de castellano, Julio Ramírez Fernández.

El Segundo Encuentro Nacional de Escritores de Magallanes impuso a la SECH Magallanes la creación de un gran proyecto institucional de largo plazo. Se resolvió crear en lo sucesivo una obra histórica que diera cuenta de la producción literaria acontecida en el austro, desde el “Primer viaje en torno al globo” de Antonio Pigafetta (1524) hasta el último texto que entrara a imprenta que no fuera el libro de la SECH. Se decidió también, elaborar un Suplemento Literario mensual de cuatro páginas, que se endosaba y aparecía, el primer domingo de cada mes, con el dominical El Magallanes. Este periódico que alcanzó a 76 números, se imprimió desde el 6 de marzo de 1983 hasta el 2 de julio de 1989, y tuvo en su primera etapa un comité de redacción compuesto por Marino Muñoz Lagos, Osvaldo Wegmann, Eugenio Mimica Barassi, Silvestre Fugellie, con Maribel Valle a cargo de la diagramación, y luego, a contar del número 37, a Gumercindo Pinto Devia, Julio Pedrol Kusanovic, Juanita Sánchez Oyarzo y Maruja Scott.

A su vez, se determinó fundar una Editorial designada con el nombre de “Magallánica”, cuyo objetivo era publicar obras de autores regionales. El sello, administrado por los propios escritores, tuvo importante apoyo en la obtención de una novedosa forma de financiamiento, producto de los acuerdos suscritos con la entonces Secretaría Regional de Relaciones Culturales, que propició vía Intendencia Regional, la realización con transmisión televisiva incluida, de dos telebingos que generaron un capital previo, que permitió iniciar las actividades.

El primer libro publicado por la Editorial Magallánica se denominó “Nuevos poetas magallánicos”, obra que se terminó de reproducir en impresos “Copihue”, el 28 de diciembre de 1983, fecha que coincidía con el tercer aniversario de la SECH Magallanes. El volumen contó con la selección, ordenación y notas de los escritores Marino Muñoz Lagos, Silvestre Fugellie Mulcahy, Carlos Vega Letelier y un dibujo de portada de la ilustradora, Betty Adema Soto.

El texto, de ochenta páginas, incluyó las composiciones de diecisiete autores regionales: Alexis Andrade Dobson (1953); Rosalicia Barría (1935); Nora Patricia Bohle, (1959); Onofre Bórquez Barría, (1916); Gustavo Bringas Jiménez, (1963); Mirna Huentelicán, (1948); Pablo Antonio Maceo, (1952); Juan Mihovilovich Hernández, (1951); Julio Pedrol Kusanovic, (1946); Gumercindo Pinto Devia, (1956); Loretti Rojas Ciscutti, (1962); Valerio Rojas Ciscutti, (1959); Raúl Sáez Gómez, (1966); Juanita Sánchez Oyarzo, (1949); Maruja Scott, (1952); Maribel Valle, (1963); y Eliana Yáñez Eterovic, (1949).

El presidente de la SECH Magallanes, Marino Muñoz Lagos, con indisimulado orgullo escribió unas palabras preliminares en que señaló:

“Nuevos poetas magallánicos” se titula este primer libro de nuestra editorial. Y quisimos comenzar con poesía, porque esto le da carácter de aventura a los pasos iniciales de lo que ayer pareció imposible de concretar: un libro escrito por nuestros bardos y editado con nuestras propias medios”.

Se hacía realidad, un bello proyecto nacido del clamor colectivo. Pronto vendrían nuevas publicaciones y nuevos desafíos.

Escrito por: Víctor Hernández Godoy, escritor, historiador.