Días complejos siguen acechando el futuro de Nova Austral y también de la economía de Porvenir. A los nuevos cargos en contra de la pesquera por una denuncia por sobreproducción ocurrida hace cinco años, se suma la incertidumbre producto del informe del primer semestre de la empresa y que se hizo público en las últimas horas.
Según dicho informe, se admite que la situación financiera no es sostenible en el tiempoy que para poder seguir operando se necesita una profunda reestructuración. Asimismo, apunta a que “la ejecución de la propuesta de reestructuración, la cual ha sido aprobada por los acreedores garantizados de la sociedad en la reunión de tenedores de bonos del 25 de abril, sigue siendo incierta, y existe un alto grado de riesgo de que no se pueda completar una reestructuración consensuada”.
Al mismo tiempo, respecto de las proyecciones que hace la compañía se hace referencia a que “las estimaciones de cosecha para 2023 se redujeron en comparación con la proyección del último trimestre, en parte porque las cosechas de Aracena 2 y Aracena 19 se retrasaron por completo hasta 2024, además de tener pesos promedio más bajos y una mayor tasa de mortalidad».
Finalmente, el informe afirma que «hoy quedan muy pocos productos terminados para vender. Una vez que se hayan vendido estos productos, se finalizará la empresa conjunta y se procederá a su liquidación».
De concretarte todo lo anterior, se señala que Nova Austral podría verse obligada a iniciar un proceso de reestructuración judicial o de insolvencia.