Tiempos modernos [Por José Saldivia Díaz]

5 de marzo de 2022

Lo peor que nos  puede pasar en estos «tiempos modernos» es que nos acostumbremos a vivir al borde del fin de los tiempos, en un mundo donde la convivencia se ha tornado cada vez más frágil e inestable y con capacidades de destrucción en  dimensiones que superan por millones a las posibilidades de supervivencia .

Durante varios lustros se infundió la ilusión de que  solo había espacio para el progreso científico y tecnológico , el cual era ilimitado y que llegaba a paso firme para entregar  felicidad y bienestar a  cada vez más seres humanos,  indistintamente el lugar geográfico donde estos se ubican.

Esa falsa ilusión inicial ha dado paso intermitentemente a diferentes momentos de violencia irracional , que dejaban patente la naturaleza finita del ser humano y de todo lo que era capaz de hacer para imponer posiciones radicales  , en muchos casos particulares , que terminan convenciendo a un  colectivo primario e iluso .

Siempre parecía,  que si bien el hombre aumentaba su poder destructivo,  por otro  la tecnología y la  ciencia equilibraba la voluntad de supervivencia del ser humano . Hoy parece que ambos caminos se juntaron con  el poder, el gran poder  y se  han vuelto  como una sola fuerza ,  pero ahora en su   contra . Esta  es  una  realidad tangible  . Ahí está el cambio climático , producto  solo  de la acción desmedida  del hombre . Que es quien al mismo tiempo  controla, dirige  y manipula la información de sus efectos.    Por primera vez parece tan cercano el aniquilamiento de toda la especie humana y a diferencia de lo que ocurría en antaño aquí nos cargamos a todos y un cuanto hay de vida.

Al mismo tiempo , como nunca , tantos  locos  han tenido tanto poder destructivo en sus manos y sin control inteligente que contrapese opiniones y posiciones . Todos estos  sujetos actúan bajo presiones  antojadizas ,  con criterios desquiciados y con  importantes niveles de respaldo en su comunidades y si no lo tienen controlan las voluntades mediante el miedo. Ahí está el pringoso gobernante norcoreano , cuya inteligencia no fue la que generó su privilegiada  posición política , sino por la voluntad  familiar que se hizo del dominio  por el engaño revolucionario , en el año 1948  y  cuyo poder ha pasado de padre a hijo . También el caso del veleidoso presidente  Donald Trump , en los Estados Unidos de norteamérica y que como nunca en la historia de la más antigua democracia ,  esta vivió momentos de cólera  , que  pusieron en peligro la conformación de un estado que parecía,  que si algo tenía era estabilidad política e institucional .

Lo novedoso es que  llegamos,  al paso del tiempo, a habituarnos  a sus salidas provocativas e irascibles de este peligroso presidente ,   que debilitaban cualquier estrategia que plantera algo distinto , lógico y  racional  . El riesgo con este blondo y atrabiliario personaje es que cuenta con seguras posibilidades de volver pronto  al poder de la mas importante y poderosa potencia en tecnologia y armas, solo una salvedad,  mas senil y desquiciado que antes  , es decir con mayores niveles de riesgo, no solo para los americanos , sino para el mundo entero.

Pero quien en estos momentos las lleva todas,  es el presidente ruso Vladimir Putin , gobernante inmutable  , de  cuya actuación al declarar unilateralmente la guerra a su vecina  Ucrania ,  ha puesto al mundo en una de las más difíciles perspectivas  de  toda la  historia  de la humanidad y al mismo tiempo se  ha ubicado en un callejón sin salida y que por lo mismo puede ser capaz de cualquier cosa, reaccionando en cólera . Las informaciones que llegan en directo por televisión dan cuenta de como se agrava esta guerra  , con la diaspora masiva del pueblo ucraniano , especialmente de mujeres, niños y ancianos , que cuando pueden y logran salir de su  teritorio destruido, lo hacen sabiendo que han perdido todo,   por la desicion  del alienado y tiranico  gobernante ruso , que ha encarcelado, asesinado y desaparecido  a cuanta persona ha osado cuestionar su demente actuar.

Por lo mismo , el verdadero apocalipsis está ahí, de la mano de desquiciados gobernantes , que no trepidan en ordenar ataques ,  como a la central  nuclear de Zaporiyia , 10 veces más poderosa y peligrosa  que Chernobil. Esta guerra de aplastamiento nos lleva ya no solo a imaginar lo que decía Albert Einstein hace ya varias décadas , de que  «No sé con qué armas se luchará en la tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la cuarta Guerra Mundial: Palos y mazas» . Hoy ya se visualizan  certezas de una realidad aterradora , cada vez más posible.

Escrito por: José Saldivia Díaz, columnista.