En una entrevista a Bío Bío, el senador Republicano Rojo Edwards, a contramano de su partido, anunció durante la semana que iba a votar En Contra en el plebiscito constitucional del 17 de diciembre.
Si bien valora el trabajo de los consejeros de derecha, en particular los del Partido Republicano, que dominaron el debate en el pleno, afirma que “este segundo proceso carece de legitimidad, a mi juicio, porque no tuvo plebiscito de entrada”.
En conversación con BioBioChile, detalló sus razones y aseguró que “la izquierda en 5 ó 10 años más va a echarle la culpa de todos los males de la sociedad a esta Constitución”.
El senador insiste en su postura, desde que se inició el camino por una nueva carta magna: “Chile no necesita una nueva Constitución, necesita volver a crecer y meter presos a los delincuentes”, subraya. Aunque también dice que “el texto que se está plebiscitando tiene muchas cosas buenas y avances”.
—En términos generales ¿Cuál es su reflexión en torno de la nueva propuesta constitucional?
Creo que los consejeros de Republicanos y Chile Vamos hicieron una muy buena labor, pero no tuvieron el tiempo suficiente para que el funcionamiento de la Constitución propuesta pueda cuajar y funcionar bien. Creo que esta dificultad se une también a ciertas bases institucionales, que personalmente yo creo que hay mucha gente en nuestro sector está en desacuerdo. A esto le sumo que Chile, la verdad es que no necesita una nueva Constitución, lo que necesita es volver a crecer y meter preso a los delincuentes.
—Durante la semana usted anunció que votará En Contra ¿Cuáles son sus principales motivos?
Primero, el triunfo del A Favor, que implica probablemente una década adicional de incertidumbre asegurada. Lo segundo es que hay un cambio de paradigma en este texto respecto a la Constitución actual. La Constitución actual considera que las personas son anteriores al Estado y, por lo tanto, el Estado lo que hace es garantizar sus derechos, pero derechos que las personas ya tenían. En el Estado Social de Derecho, quien tiene la potestad de entregar los derechos es el Estado y promete progresividad. Así como el Estado da, también quita. Por lo tanto, este texto constitucional tiene un gran forado, a mi juicio, que es que permite restringir todas las libertades con ley simple y también con potestad reglamentaria. Entonces, por ejemplo, puede haber un muy buen diseño de la libertad de educación; sin embargo, con ley simple se puede contrarrestarlo.
Otra cosa que creo que quedó mal es que se van a judicializar los derechos sociales, porque se permiten recursos a la Corte de Apelaciones y esos recursos judiciales se pueden agrupar en la Corte Suprema y fallar. Entonces en Chile los derechos sociales van a ser obtenidos principalmente por quienes demanden al Estado. Creo que eso también es tremendamente inconveniente. Otra cosa que es inconveniente es que hay muchas cosas que quedaron mal definidas. Por ejemplo, no sabemos qué significan los derechos colectivos indígenas, no sabemos lo que significa Estado Social y Democrático de Derecho y, por lo tanto, vamos a tener interpretaciones distintas -izquierda y derecha- y vamos a terminar en el Tribunal Constitucional (TC). Y el TC generalmente va a fallar según su ideología, que es hoy día más de izquierda.