Regionalismos en Magallanes: la historia se escribe varias veces [Por Manuel Rodríguez]

8 de marzo de 2022

Los regionalistas no son los únicos defensores del sentimiento regional ni de la identidad de los magallánicos. Creer o afirmar que el regionalismo es monopolio exclusivo de un determinado sector social o político bajo la etiqueta regionalista, es una manera de distorsionar la historia social, política y cultural de Magallanes.
El sentimiento regionalista se puede definir como un sentido de pertenencia asociado a una determinada comunidad y un territorio, en función de determinados valores e intereses comunes y compartidos.
El regionalismo es, a la vez, un sentimiento y un movimiento social, político y cultural diverso y multiforme.
Los magallánicos son reconocidos como los habitantes de una región marcadamente regionalista en el contexto nacional, regionalismo basado en la crítica y el rechazo al centralismo santiaguino, en la valoración del esfuerzo propio en el territorio, en la construcción de una cultura y una comunidad regional y local patagónica, con estilos de vida, tradiciones, costumbres diferentes del resto de Chile.
El sentimiento regionalista magallánico es una manera distinta, diferente, de vivir la chilenidad en el extremo austral del país.
Los regionalismos magallánicos leen la historia, interpretan la geografía y piensan el desarrollo de Magallanes de una manera distinta, propician mayor autonomía para la toma de decisiones de la región. Qué duda cabe que la expresión regionalista es profundamente democrática y descentralizadora como aspiración colectiva.
El regionalismo magallánico se forma desde las primeras décadas del siglo XX cuando los habitantes del territorio reclaman en contra del establecimiento de la Aduana y demandan el derecho a voto de los ciudadanos en las elecciones parlamentarias y presidenciales, tras los largos años en que el Gobierno de José Joaquín Pérez había establecido el puerto franco en Punta Arenas, en la década de 1870.
En Magallanes las distintas corrientes migratorias aportaron sus sellos característicos a la especial cultura magallánica: chilotes, españoles, croatas, italianos, griegos, daneses, ingleses, escoceses, franceses, suizos, alemanes, fueron formando la comunidad magallánica desde fines del siglo XIX. Se disputaron sus identidades y se integraron.
Distintos movimientos y expresiones sociales y políticas regionalistas se observan en Magallanes desde 1905 y en especial desde 1911 cuando la Federación Obrera de Magallanes, expresando el legítimo sentir de los trabajadores del territorio, reclama el derecho a voto, la representación parlamentaria y la subdivisión de las tierras frente al gran latifundio. Los primeros partidos políticos que se organizan en Magallanes en la primera década del siglo XX, la Agrupación Socialista, la Agrupación Demócrata y el Partido Obrero Socialista, fueron portadores de las principales demandas regionalistas del pueblo magallánico.
En las décadas de los años 30 y 40 se forman organizaciones políticas como la Legión Cívica y partidos como el Partido Regionalista y el Partido Femenino Regional que se vincularon a la derecha y a la candidatura presidencial del general Carlos Ibáñez del Campo.
El primer diputado por Magallanes, Manuel Chaparro Ruminot, nacido en Chillán dicho sea de paso, fundó el Partido Regionalista en 1931 y se vinculó al Partido Conservador en la Cámara de Diputados, dando cuenta que esa expresión del regionalismo magallánico, se situaba a la derecha del espectro político.
Hay movimiento regionalista, es decir, la expresión colectiva visible de una demanda social y política de los habitantes de la región, en las grandes huelgas ganaderas de 1930 y 1940 contra el latifundio y por la reforma agraria, en la huelga del Puerto Libre a principios de los años sesenta, en el “Puntarenazo” de 1984 y en el paro del gas de enero de 2011.
El regionalismo magallánico se inscribe en el campo de los movimientos sociales y culturales que expresan sentimientos, aspiraciones y demandas insatisfechas de este territorio y de sus habitantes, a lo largo de muchas generaciones.

Escrito por: Manuel Luis Rodríguez, columnista.