Durante las últimas horas, la Cámara de Diputados aprobó en general y en particular, la propuesta de cambios al Reglamento de la Cámara, en la que se propone el descuento de un 50% de la dieta en caso de agresión.
Actualización que se hizo necesaria, entre otros factores, por “el aumento del número de parlamentarios, los efectos de la pandemia por Covid-19 y las múltiples reformas constitucionales”, así como también por hechos violentos.
Cabe destacar que la iniciativa se concordó en una comisión especial conformada por jefes y jefas de comités parlamentarios en junio, la que tenía por objeto actualizar “un grupo importante de normas reglamentarias muy descontextualizadas de la actual realidad”.
Las enmiendas abarcan una serie de materias que van, desde el uso de la palabra cuando un parlamentario o parlamentaria ha sido aludida, hasta el ajuste de las medidas disciplinarias.
Dentro de estas últimas, por ejemplo, se agrega como nueva falta al orden el que un integrante de la Cámara se levante de su pupitre para dirigirse al de otro diputado o diputada a recriminarle, “mediante expresiones malévolas o injuriosas, sus dichos o votaciones”.
Asimismo, se considerará falta al orden colocar carteles en los pupitres.
Dentro de las sanciones o medidas para responder a las faltas al orden, se añade el castigo en caso de agresión, el que no necesitará de prelación y “aplicará una multa del 50% de la dieta líquida, más la prohibición para representar a la Corporación en ningún acto o instancia nacional o internacional durante el lapso de un año desde que se encontrare a firme la medida”.
Según el texto aprobado y que comenzará a regir dentro de los próximos días, “la imposición de esta sanción no obsta la posibilidad de perseguir las responsabilidades civiles o penales que corresponda”.
Además, la propuesta agrega la posibilidad de que el Presidente o Presidenta de la Cámara pueda realizar primero una advertencia. Luego, vienen las ya establecidas: llamado al orden, amonestación y censura.
La propuesta agrega, consecutivamente, la privación del uso de la palabra por sesión y, finalmente, por seis sesiones. Todas estas se aplicarán en orden sucesivo. Por la privación del uso de la palabra se podrá reclamar ante la Comisión de Ética.
Asimismo, se establece una escala de multas, que acompañarán a las medidas disciplinarias a partir del llamado al orden. De esta forma, las multas aumentarán de la siguiente manera:
Llamado al orden: 1% de la dieta líquida.
Amonestación: 2% de la dieta líquida.
Censura: 3% de la dieta líquida.
Privación de la palabra por una sesión: 4% de la dieta líquida.
Privación de la palabra por 6 sesiones: hasta un 20% de la dieta líquida. Además, el infractor no podrá representar a la Corporación por un año en ningún acto nacional o internacional.