En septiembre de 1975 en los Talleres Gráficos Corporación Ltda, de la Editorial del Pacífico en Santiago, el artista, cineasta, compositor musical, actor y cantante, José Bohr, (1901-1994) publicaba una novela de ciencia ficción en lo que parecía ser un paréntesis a su frenética actividad vinculada con la industria del cine y del espectáculo. El libro incorporaba un prólogo del conocido diplomático Manuel Bianchi quien revelaba interesantes aspectos de la controvertida personalidad del artista.
Sorprendentemente, el texto venía sin la ficha de DINACOS (Dirección Nacional de Comunicación Social), la oficina del régimen de facto que gobernaba el país desde el golpe de Estado de septiembre del 73, la cual, revisaba los contenidos de los medios escritos antes que se publicaran, censurando las partes que se consideraban difamatorias o que podían ofender a las autoridades de turno. En algunos casos, prohibía directamente la circulación de libros, periódicos o revistas con temáticas alusivas a la ideología marxista. Los escritores y periodistas, arriesgaban penas de cárcel por infligir las disposiciones de la dictadura. Recordemos que se gobernaba con bandos, decretos y decretos con fuerza de ley.
Cuando los medios escritos eran autorizados, se adhería una nota o circular que decía por ejemplo, “Certificado de libre circulación de DINACOS, de fecha…” o, “Impresión autorizada por la Dirección Nacional de Comunicación Social”.
De inmediato el libro se transformó en un objeto difícil de hallar. No aparecía registrado en ningún catálogo de biblioteca ni estaba a la venta en librería alguna. En Magallanes, -la patria adoptiva del artista-, se ignoró completamente, durante décadas, la real existencia de esta obra. No faltaron quienes aseguraban que aquel libro era un mito creado por el propio Bohr como antesala a la edición de su texto autobiográfico: “¡Luz! ¡Cámara! ¡Acción!”
Sin embargo, mucho más tarde, una publicación dominical de “La Tercera” del 15 de diciembre de 1997, efectuada por el periodista Daniel Osorio titulada, “Una literatura que dedica todo su tiempo a inventar mundos”, referida a los escritores de ciencia de ficción chilenos, nos permitió reconocer el libro de Bohr. Luego de hacer una amplia semblanza histórica de los principales autores del género en el país, el cronista se detuvo en nuestro autor y señalaba:
“En 1975, el cineasta José Bohr publicó Mañana Hacia el Ayer, donde Julius Drive, el protagonista, ve cómo pasado los cincuenta años, comienza a rejuvenecer y tener visiones sobre el futuro. Morirá convertido en un bebé”.
Posteriormente, en una librería de viejo en Valparaíso, dimos con el mentado libro. Independiente de la calidad de la narrativa de Bohr, -que la tiene dicho sea de paso-, sabíamos que habíamos adquirido un pequeño tesoro que compartimos con nuestro amigo Óscar Barrientos Bradasic, encargado de la Editorial de la UMAG. Así nació la idea de reeditar esta obra.
La nueva impresión incluye un estudio del periodista Rafael Cheuquelaf denominado “José Bohr y la eterna juventud de un artista viajero”. Aquí se entregan detalles sobre los principales acontecimientos de su vida artística, plagada de éxitos y aventuras. Uno de sus mayores logros como director cinematográfico, lo constituye sin dudas, su película filmada en México, “Sueño de amor” (1935) con la interpretación de Claudio Arrau en el papel estelar de Franz Liszt.
En “Mañana hacia el ayer”, José Bohr recrea la vida de un inglés llamado Julius Drive que al cumplir los 71 años después de comer unas algas en el Mar del Norte empieza a rejuvenecer. En esta condición, enviuda y pronto conoce a una mujer joven con la que comienza una intensa vida amorosa y sexual. Al mismo tiempo, recorre todo el mundo: Estados Unidos, Europa, Sudamérica y Chile. Julius Drive encarna el alter ego de Bohr. Lo vemos entre los primeros buscadores de oro en Tierra del Fuego. Allí se reencontrará con su padre Daniel Bohr, y lo acompañará en sus peripecias por la Patagonia. Julius Drive es una suerte de clarividente que predice los acontecimientos que vivirá la humanidad; el hundimiento del Titanic; el inicio de la Primera Guerra Mundial; el ascenso de Hitler en Alemania; la Bomba Atómica, la lucha por la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética…
Cheuquelaf aporta un antecedente que enriquece el relato: en varias oportunidades se ha especulado sobre la autenticidad del relato de Bohr. Las sospechas se acrecentaron luego que David Fincher llevara al cine la obra de Francis Scott Fitzgerald, “El curioso caso de Benjamin Button”, escrita por el autor norteamericano en 1922 y que se publicó en la revista “Collier´s”. La verdad es que se trata de obras distintas, que en nada disminuye, por cierto, el aporto creativo de la novela de José Bohr.
La reedición de “Mañana hacia el ayer. El extraño diario de Julius Drive”, además de la citada introducción de Rafael Cheuquelaf, agrega una imagen de portada o ilustración del artista Marcelo Paredes. El trabajo de edición estuvo a cargo del narrador Pavel Oyarzún (El paso del Diablo, San Román de la llanura, Krumiro). La impresión al igual que en los anteriores trabajos se llevó a efecto en Impreso Gráfica LOM.