Hace medio siglo, Magallanes era apenas una promesa extraña y un espacio donde los mapas se agrietaban. Los escasos visitantes de Europa y Estados Unidos observaban su geografía e imaginaban un polo turístico. Pero faltaba tanto por hacer.
Hoy los índices de desarrollo marcan una agenda diversificada: turismo, salmonicultura, hidrógeno verde. En menos de 10 años Magallanes podría convertirse en Primer Mundo.
¿Fantasías? Existen razones de peso para realizar esta proyección que algunos nombres de la industria ya puesto sobre el tapete.
Bajo un determinado escenario y con las adecuadas iniciativas Magallanes posee los íngredientes necesarios para instalar a su ciudadanía en un rango de vida similar a algunos países de Europa como Irlanda, Escocia, Portugal, entre otros.
Volviendo al pasado. Las autoridades nacionales de aquellas épocas no eran de la misma opinión de los escasos turistas o simplemente tenían otras prioridades.
Durante el gobierno de militar de Augusto Pinochet numerosos disidentes fueron enviados a Puerto Natales y Punta Arenas castigados por su actividad política. En otras palabras, vivir en libertad o recluido en una casa en Magallanes podía considerarse una desgracia similar a la prisión.
En los 70 ciudades como Puerto Natales exhibieron porcentajes de desocupación altísimos que, según algunas voces, alcanzaban el 70% de la población con posibilidades de trabajar.
El empleo estaba a 30 kilómetros del pueblo, pero del otro lado de la frontera en el yacimiento de carbón de Río Turbio.
En su momento de esplendor, entre fines de los 70 y principio de los 80, el yacimiento llegó a producir más 1 millón de toneladas anuales. Su plantilla la componían más de 5000 empleados y se calcula que más de la mitad eran chilenos.
En la actualidad el yacimiento está prácticamente parado y no hay chilenos trabajando en la mina, indican fuentes locales.
Visto en perspectiva resulta curioso que la mayor parte del pueblo viviera de una mina de carbón al tiempo que estaba enclavado en un paraíso. Puerto Natales se ubica frente a los glaciares Serrano y Balmaceda y a pocos kilómetros del Parque Nacional Torres del Paine fudado el 13 de mayo de 1959.
A principios de los 80 algunos turistas aventureros se paseaban por las calles de Puerto Natales y Punta Arenas antes de adentrarse en el Parque. El parque por entonces tenia refugios abandonados que semejaban las casas pérdidas de ermitaños poco deseosos de contactar con la civilización.
Según datos de la Asociación de Torres del Paine en 2012 alrededor de 141 mil pasajeros visitaban el parque en 2012. Antes de que estallara la pandemia el número superaba los 265 mil y después de dos años de caída comienza a recuperarse. Pero en los 80 difícilmente las cifras anuales de extranjeros superaban los 5000.
Entonces algunas voces reclamaban una “fabrica de ladrillo”.
La perspectiva de que Magallanes se convierta en la primera región desarrollada era entonces un sueño, una quimera. Impensable. Hoy los índices apuntalan esta hipótesis.
Veamos más datos concretos.
Se estima que en promedio el turismo genera alrededor de USD 300 millones anuales en la región.
Pero lo que en un momento se entendió como la “salvación” de Magallanes se convirtió poco a poco en un jugador de importancia más en un tablero que no ha parado de expandirse.
Casi USD 1000 millones anuales entregan en exportaciones la pesca artesanal y la industria salmonera.
“Yo tengo la impresión de que los distintos actores podemos imaginarnos un Magallanes diversificado, un Magallanes que sea el primero en alcanzar el desarrollo en Chile, así como lo logramos con las vacunas, lo podemos hacer también con el desarrollo. Pero eso requiere de una voluntad de construir juntos esa mirada de largo plazo y trabajar todos en esa mirada y no excluir a unas actividades y preferir a otras. Yo creo que hay que imaginarse esto desde una perspectiva más amplia”, señaló Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes a El Pingüino.
La utilidades de la empresa de petróleo chileno ENAP alcanzaron en 2022 los USD 575 millones.
A principios del 2023 el Gobierno Regional recibió $3800 millones por el pago anual de la concesionaria de la Zona Franca. Una fracción del comercio que alimenta esta ciudad.
Magallanes es la región de Chile con menor pobreza de acuerdo a la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen). Se calcula en un 5,7%.
Un dato curioso es que en Punta Arenas están identificadas con nombre y apellido y RUT el grupo de alrededor de 300 personas que vive efectivamente en la indigencia en la ciudad de 120 mil habitantes.
Según la Encuesta Nacional de Empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el empleo en el primer trimestre del 22 alcanzó el 61,2%, cerca de 100 mil personas. En tanto que la tasa de desocupación llegó al 4,1%.
El sueldo promedio en la región ronda los USD 1000 dólares, pero entre técnicos y especialistas, como los enfermeros y electricistas, no es extraño encontrar ingresos mensuales que superan los USD 2000. Un salario normal también entre los docentes. El personal médico supera los USD 4000.
El presupuesto anual del municipio de Puerto Natales ronda los USD 14 millones anuales, mientras que el de Punta Arenas, los USD 65 millones al año.
Magallanes podría recibir unos USD 15.000 millones hasta el 2027 en solo 4 proyectos destinados a producir hidrógeno verde. La mayor inversión que recibiría el país en este sentido.
“Magallanes está lejos de los mercados, pero en el centro de la solución contra el cambio climático y hoy se consolida como un polo de desarrollo de hidrógeno verde. Estamos viendo, a través de acciones concretas, cómo nuestra Estrategia se transforma en realidad, y poco a poco, comenzaremos a ver cómo va cambiando la matriz productiva de la región y de Chile completo”, indicó en su momento el ahoraex ministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet.
La naturaleza salvaje y la tecnología se encuentran en el fin del mundo. Chile es considerado el país latinoamericano con mayor velocidad de internet y Magallanes como una de las regiones mejor posicionadas en este rubro.
Un huerto o chacra ubicada en pleno campo en Puerto Natales puede conseguir un servicio de más de 400 megas por un valor razonable.
Que duda cabe, cuánto ha cambiado el bienestar social en la región en los últimos 50 años. En Puerto Natales hay un imponente Polideportivo Municipal que en los veranos llama la atención de los turistas de todo el mundo que se dejan caer por allí. Gimnasio, pileta, sector de bicicletas y trotadoras, clases y talleres. Todo gratis o prácticamente gratis.
Punta Arenas se ha consolidado como un punto neurálgico en plena Patagonia y su nombre ya no es extraño en la guías y los medios del mundo. En sus calles converguen la tradición y la modernidad. Cafés, bares, comercios, barrios clase media a 5 o más kilómetros del centro, amplia actividad cultural y creciente desarrollo industrial y tecnológico. Son elementos que la definen, pero que hace medio siglo no existían de esta forma.
Apenas señales de dónde estamos parados.
