Presentación de “Cantata Nuestra Madre Grande” [Por Víctor Hernández Godoy]

25 de junio de 2023

En abril, pleno mes del libro, tuvimos la ocasión de asistir al auditorio Ernesto Livacic Gazzano de la Universidad de Magallanes para disfrutar del avance de la “Cantata Nuestra Madre Grande”, que preparan los alumnos de Pedagogía en Educación Musical de esa casa de estudios superiores. La obra es dirigida por el profesor Fernando Alarcón.

Fue un encuentro emotivo, principalmente, porque el salón de actos de la universidad estaba repleto de público. Se contaba entre los asistentes a integrantes de las Agrupaciones de Derechos Humanos, ex presos políticos y familiares de detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico militar (1973-1990). Estaban también, el rector de la UMAG y la mayoría de los jefes de carrera, cuerpo académico, profesores y alumnos (as) de dicho plantel. Asistieron además, el Gobernador Regional, Jorge Flies Añón, la entonces Delegada Presidencial Luz Bermúdez Sandoval con sus Seremis de Gobierno, Justicia y Derechos humanos; de la Mujer y Equidad de Género; de Educación y de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. El evento contó con la participación exclusiva del Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero Vega, quien en su discurso se explayó, para que se establezcan medidas legales que aseguren que “nunca más” ocurra el atropello sistemático de los derechos humanos cómo aconteció en nuestro país entre 1973 y 1990. Posteriormente, se presentó el libro que antecede a la cantata y que vamos a comentar.

El texto escrito por Manuel Rodríguez Uribe, Fernando Lanfranco Leverton y Marco Barticevic Sapunar, es una especie de recorrido por los primeros años de la dictadura en Magallanes. Los autores hacen una prolija y detallada síntesis de los principales centros de reclusión en donde sufrieron las más crueles torturas. Pero, al mismo tiempo, en los pocos espacios de libertad en que podían escabullirse de sus cancerberos o, cuando llegaba la noche, en que los vigilantes bajaban la guardia y se iban a dormir, en secreto los autores fueron escribiendo composiciones y partituras cuyas letras surgieron influenciados por los contenidos de intérpretes y grupos que formaron parte del movimiento cultural conocido como la Nueva Canción Chilena y el Neo folklore, entre ellos, Violeta Parra, Víctor Jara, Margot Loyola, Patricio Manns, Rolando Alarcón, Inti Illimani, Quilapayún.

Sin embargo, las cosas se complicaron cuando ante la presión de organismos internacionales, la Junta Militar aprobó en mayo de 1975, el decreto N°504 que conmutaba las sentencias iniciales de los tribunales militares por penas de extrañamiento. Los tres amigos, Manuel, Fernando y Marco, deben partir a distintos puntos de relegación. Manuel a Bulnes, una ciudad cercana a Chillán; Fernando a Dublín, en Irlanda; Marco a Belgrado, en Yugoslavia.

La cantata parece irremediablemente perdida entre los viajes, cambios de residencia y el exilio, pero se conserva en la memoria, en el recuerdo ya difuso de una obra que los acompañará y mantendrá unidos por casi medio siglo, hasta que logran concluirla. En el capítulo VIII del libro, Manuel Rodríguez se refiere a las principales ideas que circundan el texto. La prehistoria y las grandes civilizaciones que habitaron el continente americano, azteca, maya e inca, antes de la llegada de los europeos; la conquista y época colonial descrita en el canto “Una mañana más tardía”; la independencia de los pueblos americanos relatada en el canto “Los Nuevos Altivos”; las luchas y derrotas populares expresadas en los tres cantos centrales de la obra: “Prometida de tus hijos”, “Estabas en Manos que no eran las Tuyas”, “Nuestra Madre Siente Dolor”; las revoluciones de liberación nacional del siglo XX en América Latina contenido en “Dos Semillas” y la esperanza en el porvenir y en la utopía, expresado en “Cada Paloma Blanca”, “Será el Tiempo” y el canto final, “Hacia la Luz”.

El libro ofrece también, varios anexos, a modo de documentos históricos: retratos hechos a lápiz de Manuel, Fernando y Marco en tiempo del cautiverio; croquis de los campamentos de Río Chico, de la barraca Bravo, por el Premio Nacional de Arquitectura 2019, Miguel Lawner; partituras y el texto original de la cantata; el instructivo de Gendarmería sobre los “prisioneros de guerra”; el programa del 12°avo aniversario del club “Waldo Seguel” en la Cárcel Pública de Punta Arenas donde estrenaron la pieza musical originalmente; las notaciones de los partidos de ajedrez y la tabla de torneos, los puntajes y la clasificación de los jugadores. Resulta emocionante el esfuerzo desplegado por un grupo de presos confeccionando una tabla periódica de alimentos que asegurara la cantidad de calorías, proteínas y vitaminas que requería cada recluso para sobrevivir en condiciones extremas; las anotaciones deportivas o las encuestas sobre líderes mundiales como pasatiempo; las olimpiadas carcelarias; los trabajos de lana de Mirna Donoso García o la piedra tallada en Dawson por José Donoso Hueicha.

Un capítulo memorable se refiere al momento en que la mayoría de los detenidos comprenden que van a partir al exilio. Es imprescindible entonces, tener nociones de inglés. Lanfranco, y Barticevic, con la colaboración de Nelson Cárdenas, producen un libro tipo manual de 178 páginas, -un original y cuatro copias mecanografiadas-, que titularon “El idioma inglés visto por tres Estudiantes-Investigación y recopilación de gramática inglesa”, texto escrito íntegramente en la cárcel y terminado el 5 de mayo de 1976 con un prólogo que en su parte final dice:

“Realizado durante tres meses sin descanso y con las dificultades de la falta de asesoría, dominio primario del idioma, condiciones inadecuadas, nos sentimos en parte satisfechos, por haber sido capaces de hacerlo y estaremos mucho más si nuestro modesto aporte puede llegar a ser considerado por el conjunto de esta pequeña gran comunidad en que convivimos”.

La cantata “Nuestra Madre Grande” que espera ser presentada en septiembre de este año 2023, es una obra financiada como iniciativa de interés regional de carácter cultural con recursos del gobierno regional de Magallanes y de la Antártica Chilena cuyo marco presupuestario fue aprobado por el Consejo Regional.

Escrito por: Víctor Hernández Godoy, escritor, historiador, columnista.