Por una Constitución de todos y con todos [Columna de José Saldivia]

12 de febrero de 2022

En los últimos días con mucha profusión y no menos confusión  hemos asistido a una cantidad de declaraciones respecto al trabajo que se está desarrollando en la Convención Constitucional y de  las discusiones que se han dado al interior de ésta por parte de los convencionales.

Los  temas  tratados y   dependiendo del sector político en que se dan , es el prisma con el cual se mira y comenta, por lo mismo pareciera ser que para unos  se estaría urdiendo un país de miedo, en el cual todo lo conocido daría lugar a una nueva realidad que impondría una institucionalidad dictatorial,  de la cual  no habría soñado ni  el dictador más cruel en toda la historia de la humanidad  y aquí sería  cosa de la coacción   de unas cuantas personas , para otros en el lado contrario del espectro político hay que hacer todo de nuevo , todo  lo que no hemos sido capaces de hacer en toda nuestra historia , ahora es su oportunidad  y refundar todo  es la tarea a realizar y la gran oportunidad que tendrían estos sectores populares por lograr esos anhelos.

Lo increíble  es que ambos argumentos son los que aprovechan quienes encabezan los sectores ultras a uno y otro lado . Cuántas veces hemos escuchado como argumentos de quienes se imponen por la fuerza , que lo hacen para impedir que se siguiera tal o cual camino. Acaso no hemos conocido en mas de una oportunidad  los argumentos de que estábamos a punto de caer al precipicio y llegada  del mesiánico salvador a poner orden impidió ese desenlace ó  al contrario , de que como no logramos nuestros legítimos derechos es necesario   torcer   el camino para imponerlos y para ello incluso la fuerza es legitima.

Ni lo uno ni lo otro debería ser lo lógico en cualquier mundo democratico ,  donde indistintamente en  las condiciones en que vivivmos necesitamos cambiar todos  con todos y no de unos pocos contra todos. La democracia más perfecta  necesita de grandes consensos que posibiliten pactos amplios,   que consideren las necesidades y las urgencias de las mayorías .Lo contrario hace insostenible cualquier modelo.

Las personas en los últimos años  se han dado cuenta con claridad  de que los tiempos que estamos viviendo y en la situacion sanitaria que tenemos , que necesitamos sistemas de protección social extendidos y no solo la para la salud  y lo que hay que superar son las  debilidades que el sistema impone a las grandes mayorias . Para ello se requiere disponer  de los recursos necesarios  para hacerlas más eficientes. Nadie debería pensar que la salud pasa por privatizarla,  cuando hasta  en los países más ricos la salud  pública fue la que salvó vidas. Por eso los ciudadanos  con más fuerza  demandan redes de protección social por parte del Estado para enfrentar éste  y otros percances  , que sin duda llegarán . Lo que no quieren es vivir situaciones similares y que no cuenten con lo necesario  , donde  unos enfrenten la adversidad  bien y seguros y otros en cambio  se queden atras y en pauperrimas condiciones . La cuestión es cómo nos financiamos en un bienestar estable y colectivo .

Esta debiera ser la gran discusión de los convencionales  y todas las demás tendrían que circular a su alrededor . Por eso nuestra nueva constitución debiera ante todo abordar la protección social en un contrato de  nación  lo más amplio y mayoritario posible  y  los consensos necesarios debieran responder a esta realidad nueva, diferente y no de manera  instrumental  . Es decir saber con qué recursos contamos para acceder  a un  bienestar  social real  y de como podemos aspirar  al mismo tiempo a ese anhelo  .

 El estado del bienestar debiera ser nuestro norte y no otro  y este  se logra solo sabiendo hacer las cuentas y no al revés. Con respecto a las instituciones estas deben estar al servicio de la gente y no lo contrario.

Contar con recursos para la protección necesaria significa que hay que evitar todo lo que coarte que el estado cuente  con  los ingresos necesarios  y  cuando somos  un país con posibilidades de ser más y mejores , pero no todos parecieran  que están esta tarea , ahí es donde se requiere una legislación para ordenar , sancionar e impedir desde la legalidad todo lo que sea contrario al bien común consensuado y pactado . 

Los que no comprendan que un pacto social amplio es la única posibilidad de resolver democráticamente todos los problemas y dar las posibilidades de  vivir en condiciones adecuadas para  todos con todos y no unos pocos contra todos los que somos la gran mayoría.

Escrito por: José Saldivia Díaz, columnista.