Poco peso político [Mauricio Vidal Guerra]

9 de agosto de 2023

Es un hecho. La representación de la administración de Gabriel Boric en Magallanes tiene un peso que podría medirse con una bolsita de palomitas, de esas que vendían en la confitería del Gran Palace. Ni hablar de la de dulces, mucho más pesadas, incomparable en peso con la antes mencionada. Y no es culpa de ellos, los que están. La responsabilidad es de quienes los colocaron ahí. Dirigentes, hermanos de…, papás de…, primer anillo…, amigos, primos, etc, etc, etc. Hasta presidentes de partidos que poco han sido escuchados, por fortuna para muchos.

La poca experiencia en ser autoridad, o de llevar adelante una responsabilidad de estas características no solo ha quedado demostrada durante los primeros meses de Gobierno, si no que se ha ido potenciando con el pasar del tiempo. Ni pensar respecto de los dos años y medio que aún restan. Por lo menos, agarrarán algo más de experiencia… Suena a sarcasmo pero no lo es.

Las declaraciones del nuevo seremi de Hacienda (con el cual da un poco de escozor cada vez que comienza a hablar), con la ausencia de la encargada de seguridad pública, con la desaparición del seremi de cultura, con el silencio de la seremi del Trabajo y del Sernameg sobre las denuncias en contra del administrador regional, con la desorientación de las delegaciones provinciales, con el desorden y poco conocimiento a nivel local del propio delegado presidencial, con la caída en picada en redes sociales del gobernador regional, y podríamos seguir con una extensa lista, el escenario es simplemente del terror.

Y peor cuando hay porfía y dureza para entender las capacidades propias.

No dieron el ancho, en serio. Pensaron que era cuestión de llegar al poder con sus ideas rígidas y sin escuchar a nadie. Gobernando desde Santiago de la manera más centralista de los últimos 30 años. Tanto que criticaron la falta de descentralización y han sido la sequía más grande para las regiones.

Las decisiones las siguen tomando en la capital, tratando de ordenar la caja pagadora de cupos partidarios, y protegiendo a sinvergüenzas y mezquinos.

Pero todo lo anterior tiene una razón: El poco peso político.

No estaban preparados, y ellos mismos lo sabían. A veces todo esto se parece a la directiva del curso, que pretende salvarse ante el descontento de sus pares, y se protegen entre ellos mismos para salvar la honra de una amistad… De esas que solo algunos se la creían en época de colegio.

«Descarto de plano ser candidato presidencial porque me falta experiencia», decía el mismo Gabriel Boric en el mes de septiembre del año 2020. Y a renglón seguido añadía: «Creo que es bueno partir reconociendo las limitaciones propias». La sinceridad siempre ha sido uno de los atributos del actual Presidente de Chile.

Pareciera que la silla no cruje cuando se sientan los representantes de esta administración. Y las regiones han sido entregadas como bolsas de premios para conformar la planilla que cancela los compromisos de un conglomerado pegado con saliba.

Falta peso y seriedad. Responsabilidad para asumir lo que se hace mal, y valentía para que quienes lo hacen mal den un paso al costado. Eso sería tener los pantalones bien puestos frente a una crisis de esta magnitud. El resto es chaya, y de la mala.

Por estos días. campean los que solo buscan cuidar la pega, esconderse en sus oficinas, y cumplir las tareas que les exigen desde la capital. Pareciera que entre un banco y el gabinete local, no hay muchas diferencias, en lo que a cumplimiento de metas se refiere…

Por estas tierras, penosamente los recordaremos por su escasa trascendencia, sustancia o importancia.

Y no hay nada más triste que pasar inadvertido para quienes confiaron en ti.

La intrascendencia y la irrelevancia, sumado al ínfimo peso político, más allá de los deseos e ideologías, es la herencia que están dejando tal vez sin siquiera darse cuenta.

Escrito por: Mauricio Vidal Guerra, periodista, director ZonaZero.cl