Paredes en caída libre ya no puede ocultar los escándalos: funcionarios viviendo en Colombia, ventanas puestas al revés y unas «chelas» con empresarios amigos de la casa, entre otras aventuras

13 de junio de 2021

Millonarias obras con sobreprecios y mal terminadas. Funcionarios que fiscalizan los procedimientos, pero que son amigos de los empresarios y salen a cenar con ellos. Encargados de las inspecciones que viven en Colombia. Una sirena de bomberos "hechiza" que se pagó 5 millones más que en el mercado. 

Por Carlos Subiabre

La administración municipal del alcalde Fernando Paredes Mansilla comienza a descascararse a medida que se acerca el final de su mandato.
Cómo en un vuelo de emergencia, el alcalde y sus alfiles más cercanos se preparan para un aterrizaje complicado.
Hasta dos meses antes de las elecciones ganadas por Antonieta Oyarzo, Paredes y su gente creían imposible una derrota contra una candidata independiente.
Pero sucedió y los papeles se trastocaron hasta la desesperación.
Siguiendo con esta imagen aérea, a medida que el avión municipal baja hacia la tierra, sus luces, alerones y ruedas tiemblan con fuerza o directamente se pierden en el aire.
El eslogan «Ciudad que emprende» ha quedado en eso, una frase publicitaria.
El golpe tras la derrota electoral de su sector político caló hondo y desnudó sus numerosos y millonarios pecados administrativos con el dinero de la gente.
La que Paredes ha jurado representar.
Las faltas estructurales estallan con llamativos colores y por todos lados.
Días atrás, resurgió el caso de Intelecom. Su propietario, Marcelo Lefort, apuntó ante la Justicia a Paredes por una coima de $50 millones que debía pagarse a cambio de la aprobación de la licitación y el contrato presupuestado en más de $1500 millones.
Paredes niega conocerlo al ejecutivo preso y a su firma. Pero Lefort se muestra bien enterado de la vida y amigos de Paredes.
Pero hay mucho más en este noticiero.
Algunos de los integrantes del equipo político del alcalde entraron en pánico y decidieron abortar lanzándose al espacio con el paracaídas de emergencia.
Ya dejaron la nave Alejandro Sobarzo Ojeda, falso médico y ex director financiero de la Cormunat, y Alejandro Velázquez Ruiz, ex secretario de la misma entidad. Velázquez recibió $43 millones de indemnización por el final de su contrato y ahora reclama otros $60 millones en la Justicia por la pérdida de empleo y categoría, entre otras cuestiones como afectación de imagen pública.
Si triunfa en la disputa, se quedaría con $143 millones. Menos costos de abogados, claro.
Velázquez se encuentra con vida, fuera de riesgo vital, pero con licencia médica. Por lo tanto cobrando haberes.
El paradero de Sobarzo es un misterio.   

La artillería mediática que exhibía el municipio de Paredes ha llegado a su fin. En el olvido quedó el marketing, las constantes entrevistas otorgadas a diversos medios de comunicación regional, las cuales tenían como objetivo principal difundir la gestión municipal de la capital del turismo por toda la región de Magallanes.
Todo esto bien acompañado de muchas luces, sonrisas, flash y aplausos de la barra brava de la UDI. 
Justamente uno de los funcionarios que regresó a las bases desde el exterior (si, desde el exterior en pandemia y aún en cumplimiento de sus funciones), apurado y con el rostro todavía con evidencias de una larga siesta, fue Gonzalo Castro Vergara.
Originalmente Castro Vergara resultó nombrado por el alcalde Paredes como fiscalizador de las obras que se realizaban en Puerto Natales. En otras palabras, era la persona que debía velar por la concreción de los proyectos en tiempo y forma.
Fueron muchos los proyectos que el funcionario «fiscalizó» y que, en definitiva, sufrieron las más variadas e increíbles desventuras. Esto ante sus ojos de inspector.
Haciéndola corta, lo que se dice fiscalizar no fiscalizó.
Ejemplos.

Esas ventanas están al revés, alcalde


Está semana fue altamente compleja en términos mediáticos para el alcalde Paredes.
Un desopilante metida de pata se consagró con la visita que realizó con la directiva del Club Deportivo Social y Cultural Natales el día viernes pasado a las instalaciones de la centenaria institución.
Las autoridades deportivas eran acompañados por la alcaldesa electa Antonieta Oyarzo Alvarado, la cual, en su visita protocolar presenciaba la primera «herencia» de obra pública de su antecesor.
Se trataba de un día importante para los directivos del club. Afloraba la nostalgia tras un año desde el último encuentro con su hogar deportivo.
La visita fue guiada por un solitario jefe de la oficina de SECPLAN del municipio, quien debió dar respuestas a los respetuosos y justos reclamos de la directiva mientras transitaban el circuito, el cual, paso a paso iba despejando las dudas de la directiva y de la propia alcaldesa electa.
En esta oportunidad la fiscalización del recinto, y por ende de la municipalidad superó las expectativas del desastre.
Las personas que seguían la transmisión por streaming en Facebook en redes sociales eran testigos de algo inaudito, muchos reaccionaron con asombro a las aberraciones constructivas de la que eran testigos.
Lo más llamativo dentro de todas las irregularidades constructivas que se percataron fue que todas las ventanas que luce el recinto deportivo están instaladas al revés, es decir, abren hacia el interior y la manilla se posiciona en la parte superior del marco, una situación realmente increíble.
Las ventanas se instalaron al revés.
Hasta repetirlo sueña extraño.
La profunda simbología del «cómico» hecho, refiere a un sistema de millonarias transferencia de dineros a personas incapaces o maliciosas que hicieron uso indiscriminado de ellos. La Justicia deberá decidirlo.
Comentario aparte al daño patrimonial que se cometió a la historia de esfuerzo y sacrificio de los fundadores e integrantes de la  institución. 
La lógica indica que ante tantas irregularidades deben existir funcionarios públicos responsables por la ejecución de las obras públicas..
Sin duda es el contratista el primer encargado de llevarla a buen terminó y tal como indica el contrato.
Pero existe la figura de un director de obras y la de un fiscalizador municipal que deben prevenir que, por ejemplo, que se pongan las ventanas al revés.

Los que dirigen a sus amigos y los que inspeccionan a 9000 kilómetros


En Puerto Natales ambos forman parte de la planilla de cuantiosos salarios.
Pero mientras las directora de obras, Ana Stumpfoll, cena con los contratistas que deben competir limpiamente para ganarse una obra, el fiscalizador vive parte del año en Colombia.
Si, Colombia.
Stumpfoll, por su lado, no encuentra un conflicto de intereses en cenar con empresarios que pujan por quedarse con los jugosos contratos que el municipio pone a licitación como José Cuevas Vargas y Eduardo Subiabre Navarro.
Cuevas se adjudicó la obra del club Natales por $1.732.609.600. El contrato fue puesto a término anticipadamente por el alcalde Paredes en febrero de 2021. Mientras que Subiabre Navarro se ha adjudicado más de $7000 millones en obras licitadas por la municipalidad.
Hay fotografías que prueban estos encuentros entre amigos.

Sobra decir que esta materia, que ambos corrieron largos años con el caballo del comisario.

Cuevas junto a Stumpfoll y la flecha indica a Subiabre Navarro al costado. Cenando funcionarios y empresarios que ganaron millonarias licitaciones de la municipalidad.


En definitiva, fue Stumpfoll la funcionaria que autorizó los estados de pago por trabajos mal ejecutados, trabajos que no existieron y trabajos que se pagaron con excesos en sus montos, y un largo etc.que tendrá que analizar una investigación judicial.
Frente a la avalancha de denuncias por obras mal terminadas o sin concluir, o la utilización de materiales que no se correspondían a los presupuestos, dejando en evidencia las estafas del y al municipio, al Estado y a los vecinos de Puerto Natales, el alcalde Paredes quiso contener el rumor y ubicó a Castro Vergara para que fiscalice a Stumpfoll.
El problema de fondo no fueron nunca las sistemáticas irregularidades de los procesos sino que Stumpfoll parece haber sobrepasado los niveles más altos de laxitud municipal. Una práctica que perjudicó la imágen de Paredes.
La fiscalización derivó en un sumario con 36 cargos imputables a la directora de obras y más de 300 observaciones.
Lo gravitante del informe elaborado por Castro Vergara radica en su contenido donde acusa que la actual directora de obras municipales que actuaba como ITO de la obra «No se apegó al estricto cumplimento de las bases administrativas del contrato de la licitación pública». 

La sirena pagada a costo de oro


Sin duda un chiste de mal gusto, ya que, el propio funcionario en su momento prestó servicios a la Ilustre Municipalidad de Natales como Asistente de ITO, en contratos cancelados con recursos del gobierno regional. El objetivo era que los proyectos ejecutados con recursos del gobierno regional tuvieran una supervigilancia en el buen uso de los recursos públicos.
Sin embargo, fue Castro Vergara quien permitió un sin número de irregularidades en Puerto Natales.
Una de las más escandalosas fue en la construcción de la segunda compañía de bomberos incluyendo el pago de una sirena hechiza por $5 millones 300 mil pesos, la cual, a criterio de cualquier ser humano no costaba más de $150 mil pesos.
Es decir, hubo un sobre precio aproximado de $5.150.000.
¿La empresa involucrada? Natales Nativo.
Otros casos son las marchas y contra marchas del Centro de Mineros, el colector de aguas lluvias de calle piloto Pardo, donde se olvidaron de instalar 29 arranques de servicios básicos a las familias residentes.
A esto se suman los problemas diversos que enfrentó la construcción del club deportivo Esmeralda.
Una frutilla. Después de dos años la sede de la agrupación Gente de Mar todavía no entra en funcionamiento. 
La sombra de la corrupción y el sobre precio ronda cada una de estas obras.

Fiscalizando Puerto Natales desde 9000 kilómetros


Por si algo faltaba, Castro Vergara obtiene, en forma simultánea, contratos de inspección técnica de obras a través de una empresa llamada «ALGO SPA» en sociedad con su cónyuge de nacionalidad colombiana.
Fuentes vinculadas al municipio indicaron a Zona Zero que Castro Vergara se encontraba hasta el pasado 9 de junio realizando «teletrabajo» en Colombia.
El rumor es que pasó al menos tres meses en el país cafetero.
Una actividad imposible si se toma en cuenta que su quehacer es observar el avance y termino de las obras su ciudad.
Entre Puerto Natales y Colombia hay unos 9.188 kilómetros.
De manera que no era menor el «esfuerzo óptico» que ha tenido que hacer Castro Vergara para cumplir su tarea.
O lo hacía online o tenía un buen telescopio, bromean algunos en Puerto Natales.
A días de que termine el ciclo del alcalde Paredes, su jefe, se entiende que el funcionario haya regresado al terruño a mirar con otros ojos el nuevo escenario.

Escrito por: Carlos Subiabre