Nunca más sin el pueblo, nunca más sin nosotras [Columna de Doris Sandoval]

18 de octubre de 2021

A dos años del despertar social, el recuerdo vivo y emocionado de la valentía de un pueblo, que tomado de la mano de lxs jóvenes, se atrevió  a saltar el torniquete del miedo y la desesperanza.

Desde nuestra candidatura, conmemoramos el nuevo aniversario del estallido social, como el día en que el pueblo chileno despertó del letargo de la impunidad, dijo basta y exigió que la dignidad se haga costumbre.

En nuestra organización sindical, no dudamos un segundo, en sumarnos a la calle que ya veníamos andando, con todas las banderas de la dignidad del trabajo; con el corazón latiendo a mil entre marchas, cantos y complicidades.

Las/os trabajadoras/es del Estado, marchábamos a las 10 de la mañana, y luego nuevamente en la tarde, en ocasiones hasta tres veces al día; fuimos miles alzando la voz por un Estado, que solucione los problemas de las comunidades a las que servimos y de las que somos parte.

Avanzado el proceso, en noviembre tomamos como mesa del sector público, la decisión de restarnos a la negociación de nuestras demandas específicas -y legítimas por cierto- como sector, para sumarnos de forma total a las demandas populares. No nos parecía ético, que mientras se reprimía brutalmente en las calles de nuestras región y país, nos sentáramos a la mesa del mismo gobierno, que le había declarado la guerra al pueblo.

Justamente cuando hoy se cumplen dos años del despertar de la conciencia social colectiva, comienza una nueva etapa en los procesos de la Convención, con las sesiones temáticas y los discursos de apertura; todo ello posible por el camino que se abrió, ante los pasos valientes, de quienes nos atrevimos  a caminar las calles y avenidas, con la voz firme para exigir una vida digna.

Hoy para avanzar requerimos justicia plena y libertad a las/os presos/as políticos/as, pues los costos de la gesta popular han sido altos para el pueblo sencillo, para “los nadie” de los que nos habla Galeano; ha costado vidas, mutilaciones oculares, apremios ilegítimos, cárcel injusta, cautelares desmedidas y desproporcionadas, violación sistemática de derechos fundamentales.

Por ello y más, estamos comprometidas con el proceso constituyente y con la defensa de una constitución, que represente la voluntad del pueblo y los pueblos, una constitución que honre con un estado social garante de derechos, el esfuerzo sobrehumano de las y los luchadores sociales, que hicieron posible, el inicio de este nuevo ciclo político y social.

Escrito por: Redacción ZonaZero