Magallanes y su Desarrollo Petrolero: Un Legado de Progreso (Por Alejandro Kusanovic Glusevic)

1 de enero de 2025

Hace 79 años, un 29 de diciembre de 1945, a las 2:01 de la mañana, comenzó a fluir el primer chorro de petróleo chileno del pozo Springhill 1, a una profundidad de 2.250 metros, en los terrenos de la estancia “Nueva Esperanza”, propiedad del ganadero Caupolicán Arcaya, en la Isla Grande de Tierra del Fuego. Este evento marcó el inicio de nuestra segunda oportunidad de desarrollo industrial en Magallanes, después de la ganadería ovina en el año 1900.
Este pozo se convertiría en el primer yacimiento productor de petróleo comercial de nuestro país, dando origen a la fundación de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) el 19 de junio de 1950, así como a las primeras refinerías de petróleo en Magallanes y en Chile.
Aunque los primeros registros de búsqueda de petróleo en Magallanes datan de 1899 en Agua Fresca, cerca de Punta Arenas, la esperanza de contar con yacimientos en nuestra región pareció reafirmarse con el descubrimiento de yacimientos petrolíferos en Comodoro Rivadavia, en 1907.
El desarrollo de la industria petrolera en Magallanes se disparó tras el descubrimiento del pozo de Springhill, generando miles de puestos de trabajo, el desarrollo de escuelas industriales y la creación de las primeras carreras universitarias con la llegada de la Universidad Técnica del Estado (UTE), hoy transformada en la Universidad de Magallanes.
Por otra parte, esta industria permitió el desarrollo de las comunicaciones, creando caminos, rutas y cruces marítimos, como el cruce del Estrecho de Magallanes en la Primera Angostura, además de la instalación de antenas repetidoras de televisión y telecomunicaciones. También se facilitó el abastecimiento de gas licuado y gas natural a Punta Arenas, Puerto Natales y Puerto Porvenir. En resumen, se trata de un gran aporte en comunicaciones, tecnología y empleo que contribuyó enormemente al crecimiento y desarrollo de la región.
La industria petrolera en Magallanes llegó a representar cerca del 50% del Producto Interno Bruto Regional (PIBR) a mediados de los años 80, con el desarrollo del proyecto de explotación costa afuera de ENAP.
Esto demuestra la importancia de apoyar el desarrollo industrial de nuestra región, respaldando industrias que se basan en «ventajas comparativas» reales, como lo fue la ganadería hace 125 años, con los más de 5 millones de hectáreas de estepas magallánicas, o como hoy lo es la industria del salmón, gracias a los 5,7 millones de hectáreas de canales y fiordos que representan nuestra nueva ventaja comparativa, al igual que lo fue nuestro petróleo y gas existentes que desarrollaron la industria petrolera.
Es fundamental que el Estado apoye el desarrollo de las industrias basadas en «ventajas comparativas» reales de Magallanes, como la salmonicultura y el turismo, que son el futuro del progreso en la región, y las proteja de políticas ecologistas extremas e irracionales que solo pretenden destruir nuestro crecimiento y, por ende, la vida futura en la región.

(*) Senador por Magallanes

Escrito por: Zona Zero