Antes de ser Presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski saltó a la fama en ese país tras protagonizar, en 2015, la serie «Servant of the People» («Servidor del Pueblo»), donde interpretó a un honesto profesor de historia que se convirtió en Presidente, y burla a los legisladores corruptos y a los oscuros empresarios. Ahora, tras la invasión rusa a Ucrania, los teléfonos de la sociedad sueca Eccho Rights –que tiene los derechos audiovisuales de la serie– no paran de sonar, y todos llaman por lo mismo: difundir la serie del Mandatario ucraniano.
«Estamos desbordados. Llegan peticiones de todo el mundo para difundirla», explica Nicola Soderlund, cofundador de la sociedad. Desde los primeros días de la invasión de Ucrania por las tropas rusas, distintas cadenas de televisión, como la británica Channel 4, la griega ANT 1 y la rumana PRO TV, negociaron los derechos de difusión de la serie. «Hemos firmado unos 15 acuerdos y estamos negociando veinte más», explica Soderlund, que tiene en su despacho enmarcado el cartel de la serie.
«Estamos en conversaciones con América latina, con Estados Unidos, con Netflix… Con mucha gente», comenta. En Italia, tres o cuatro compradores luchan por conseguir los derechos. En Grecia, la serie ya se emite en televisión todas las noches. Solidaridad con los ucranianos y curiosidad Para el ejecutivo sueco, «se da al mismo tiempo una solidaridad con los ucranianos y la curiosidad por ver quién es» Zelenski, que pasó de ser un actor desconocido fuera de su país a convertirse en el símbolo de la resistencia frente a la invasión rusa. Sin embargo, Soderlund lo conoce desde hace diez años. En 2012, Zelenski creó un concurso cómico («Crack them up»), basado en ganar dinero haciendo reír a un jurado de cómicos, de la que se hicieron adaptaciones en países como Vietnam, China o Finlandia.
«Almorcé con él en Kiev, tenía todas esas ideas locas y divertidas», recuerda. En su teléfono móvil, muestra las fotos que se sacó con Zelenski en el Festival internacional de Cine de Cannes, Francia, en 2016. Le resulta difícil de creer que este «actor tan gracioso y querido por el público ucraniano» se haya convertido en la bestia negra de Vladímir Putin. Para Soderlund, «ahora es un dirigente mundial que encarna y habla a toda la nación», desde la asediada Kiev. «Necesitábamos un héroe como él, después de los Trump y compañía», añade el director de Eccho Rights, Fredrik af Malmborg. «Siempre nos decía que en Estados Unidos habían tenido presidentes actores», agrega.
