La transmisión del mando y la Piocha de O´Higgins [Por Víctor Hernández]

13 de marzo de 2022

Hacemos un alto con los capítulos dedicados a la secuencia “El ministro de Hacienda”, porque nos parece necesario comentar algunos aspectos de lo que ha sido a lo largo de la historia, la fecha del cambio de mando presidencial; precisar otros detalles que nos parecen extraordinarios y que curiosamente, pasan desapercibidos; aunque en esencia lo hacemos, porque la ocasión así lo amerita.

Recordemos que la fecha de un 11 de marzo para hacer el traspaso de un gobierno a otro, se estableció en la Constitución de 1980, luego del extraño referéndum del 11 de septiembre de ese año que le confirió al general Pinochet la posibilidad de estar ocho años más en el poder. La nueva institucionalidad debutó el 11 de marzo de 1981, lo que significaba que las elecciones deberían haberse efectuado el 11 de marzo de 1989. Decisiones de fuerza mayor retrasaron un año ese momento. Primero, el plebiscito del Sí y el No del 5 de octubre de 1988 y las negociaciones que iniciaron la transición a la democracia que incluyeron las elecciones presidenciales del 14 de diciembre de 1989 y un período restante de noventa días ante la eventualidad de celebrarse una segunda vuelta, que en aquella ocasión, no fue necesaria.

Contabilizando lo sucedido hace unas horas, hasta el momento son ocho gobiernos representados por seis mandatarios, dos de ellos en dos ocasiones, los que han vivido esta experiencia. El general Pinochet entregó el poder a Patricio Aylwin el 11 de marzo de 1990 y de ahí, han asumido la más alta magistratura de la nación, Eduardo Frei Ruiz Tagle, en 1994; Ricardo Lagos Escobar, en 2000; Michelle Bachelet Jeria el 2006 y 2014; Sebastián Piñera Echenique, el 2010 y 2018; y Gabriel Boric Font en 2022.

A lo largo de nuestra vida independiente hubo otras fechas en que se procedió a realizar el cambio de gobierno, como aconteció  durante buena parte del siglo XIX en que la llegada de una nueva administración a La Moneda se verificaba un 18 de septiembre. Así fueron investidos los presidentes José Joaquín Prieto en 1831; Manuel Bulnes Prieto, en 1841; Manuel Montt Torres en 1851; José Joaquín Pérez Mascayano, en 1861; Federico Errázuriz Zañartu, en 1871; Aníbal Pinto Garmendia, en 1876; Domingo Santa María González en 1881 y José Manuel Balmaceda Fernández, en 1886. La Guerra Civil de 1891 alteró esta práctica republicana, aunque y salvo excepciones, como en el primer gobierno de Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931) se mantuvo la tendencia de efectuar los traspasos del mando en los últimos meses del año que correspondiera a la elección.

En este sentido, cobra especial relevancia los comicios  presidenciales del 30 de octubre de 1932, en que junto con sancionar el triunfo de Arturo Alessandri Palma, sentó un precedente para todas las elecciones posteriores; que el nuevo mandatario asumiera sus funciones en horas previas a la navidad. Así aconteció con Alessandri y luego, con Pedro Aguirre Cerda en 1938. Lamentablemente, el fallecimiento inesperado de aquel Presidente y de su sucesor, Juan Antonio Ríos Morales en el invierno de 1946, obligó a fijar una nueva fecha para las elecciones.

La clase política decidió que en lo sucesivo, el día 4 de septiembre se celebraría los comicios presidenciales. Así ocurrió ese año 1946, en que venció Gabriel González Videla; en 1952, con Carlos Ibáñez del Campo; en 1958, con Jorge Alessandri Rodríguez; en 1964, con Eduardo Frei Montalva y en 1970, con Salvador Allende Gossens.

Ahora bien. En las horas que precedieron a la toma del mando por parte del Presidente Boric se levantó nuevamente la estela del mito y la leyenda que circunda a la llamada “piocha de O´Higgins”. Se ha escrito mucho al respecto y no vamos a detenernos a comentar opiniones ni versiones de historiadores, mucho mejor documentados que nosotros. Lo que está claro, es que la manida “piocha de O´Higgins –que a través del rito, legitima la entrega del poder de un gobierno determinado- no existe el día de hoy, porque como sabemos resultó destruida en el incendio que afectó a La Moneda luego del bombardeo de los aviones Hawker Hunter de la Fuerza Aérea, en la acción militar del 11 de septiembre de 1973, que supuso el fin del gobierno de la Unidad Popular.

De lo que sí estamos ciertos, es que después del golpe de Estado, los integrantes de la Junta Militar emitieron un decreto para confeccionar una réplica, respetando la forma y el tamaño de la original. Dicho de otra manera, desde Pinochet a Boric todos los gobernantes han utilizado la réplica mandada a hacer en la época de la dictadura cívico militar. Nos parece oportuno detenernos en este detalle. No hemos escuchado nunca al mundo político manifestarse sobre este acontecimiento que mantiene desde lo simbólico, otra herencia de la dictadura.

Aún más. Leemos frecuentemente que la piocha de O´Higgins fue entregada por los descendientes de José Gregorio Argomedo al Presidente Errázuriz Zañartu en 1872, quien la comenzó a utilizar en ceremonias oficiales. Sin embargo, unos pocos estudiosos aseguran que la mentada piocha ya había sido empleada por el Presidente Prieto en 1831, en los albores de la República.

De ser cierta la primera versión, que indica a Errázuriz Zañartu como el primer mandatario que usó la piocha, estaríamos entonces, ante un nuevo mito histórico que nos revela a menudo los retratos presidenciales. En efecto, muchas de las pinturas e imágenes que conocemos de los presidentes anteriores a Errázuriz Zañartu, es decir, Prieto, Bulnes, Montt, Pérez (los decenios) nos muestran a estos gobernantes en posesión de la referida piocha, lo que sería producto nada más, que de la imaginación de los artistas.

Pese a lo estéril del asunto, vale la pena seguir indagando.

Escrito por: Víctor Hernández Godoy, escritor, historiador, columnista.