Por algún motivo, cada vez que escuchamos el término Productividad, tendemos a asociarlo con el
mundo Empresarial, en lo específico, tendemos a establecerlo como un símil de Producción., nada
más alejado de la realidad.
Lo cierto, es que…primero debemos comprender que puede estar ligado a nuestro desarrollo como
comunidad, en tanto, como bienestar y mejora continua de nuestras expectativas de calidad de vida.
En términos didácticos y a manera de ejemplo, lo plantearíamos de la siguiente forma. Una Planta
Salmonera produce 3.000 kilos por día, diremos que su producción diaria es de 3000 kilos. Esa
misma planta tiene 100 operarios que generan 800 horas hombre por día diremos que
su productividad es el cociente entre lo producido versus lo insumido, lo que se calcula como 3000
kilos producidos divididos por las 800 horas insumidas en procesarlos: es decir que
su productividad es de 3.75 hrs por un kilo producido. (Solo a forma de ejemplo).
La natural búsqueda de mayor eficiencia, enraizada en el concepto de «mejora continua», conlleva
a hacer crecer la productividad de manera constante. Básicamente se consigue aumentar la
producción con la misma cantidad de horas hombre, o bien obteniendo la misma producción con
menor cantidad de horas insumidas.
Ahora bien, este concepto “productividad” que pareciera muy «industrial»: ¿Qué trascendencia
tiene para los habitantes de una región?
La respuesta es mucho más amplia. En base a múltiples estudios y experiencias concretas de años
de análisis, se considera que la productividad es el principal factor que motoriza al crecimiento
económico y los niveles de ingresos de la población de un país y por ende de una región, como nos
interesa a nosotros. En consecuencia, está relacionado con el bienestar de la población.
La importancia finalmente reside nada menos en que los genuinos niveles de ingresos de los
habitantes, fruto del trabajo productivo, están vinculados estrechamente con el bienestar humano.
Del mismo modo esta relacionado con la cantidad de horas trabajadas, algo que nos deja un tema
para reflexionar y analizar. Hoy somos uno de los países que más trabajamos, “Demasiado según mi
punto de vista” pero en contra punto, los niveles de productividad no se condicen con los de un país
productivo.
¿De qué forma podría la región de Magallanes impulsar su productividad y a la vez mejorar la
calidad de vida de sus ciudadanos?
Si bien no hay fórmula mágica, tampoco es copiar y pegar mirando como otras regiones lo llevan
adelante con tanto éxito, si existe un camino claro y efectivo.
Estas buenas noticias vienen de la mano de la Transformación Digital. La irrupción masiva de
herramientas digitales y el masivo uso y accesibilidad de dispositivos inteligentes está ayudando de
manera concreta y decisiva al incremento de la productividad de múltiples actividades en manos de
la población en general.
Hoy lo que planteamos, es que con la tecnología e innovación, en conjunto con una real estrategia
regional, podemos iniciar un proceso transformador y diferenciador, basado en productividad y
calidad de vida.
El Foro Económico Mundial considera que las economías tanto nacionales como regionales con
mayor productividad son las que tienen muchas más chances de crecer de forma sustentable e
inclusiva. Esta situación lleva a que todos los miembros de la sociedad vivan mejor y gocen de los
frutos del crecimiento económico, reduciéndose los porcentajes de pobreza y elevando la calidad de
vida de los ciudadanos. A través de un factor tan valorado como trabajar menos horas.
Hoy nuestros líderes pueden considerar y visualizar una ecuación ideal, la cual se puede dar en
nuestra región. Como es lograr que la región de Magallanes tenga niveles de productividad
destacados junto a una población que goce de buena calidad de vida.
