La salud mental de las niñas y los niños [Carta de la Unidad de Bienestar de Junji]

7 de agosto de 2021

»Uno de los temas que instaló la pandemia en las reflexiones cotidianas ha sido la importancia de la salud mental en el desarrollo de las niñas y los niños.

Chile, lamentablemente, tiene los índices más altos de depresión infantil y de diagnósticos tempranos de diferentes “trastornos”. Hoy se vienen a generar reflexiones y estrategias que apuntan a fortalecer las relaciones adulto- niños desde la sensibilidad que deben tener los mayores para favorecer estos procesos.

Como Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) definimos en nuestros contextos curriculares, previo al coronavirus, sobre la importancia del desarrollo de las emociones en todas las interacciones que suceden en el aula. Es allí donde nuestras funcionarias proponen diferentes experiencias que ayudan a explorar desde el juego el mundo interno de cada niña y niño. De esta forma, transforman el contexto y quienes son parte de él; en la base que permitirá la conexión necesaria para organizar la vivencia emocional, favoreciendo la comprensión del mundo y las relaciones saludables que deben primar en el vínculo.

Lo anterior nos invita a preguntarnos qué es lo mejor para los niños en este contexto. Para responder esto y siendo conscientes de los postulados de Emmi Pikler, célebre médica pediatra húngara que creó un sistema educativo basado en el respeto al niño con una actitud no intervencionista del adulto, que permite el desarrollo autónomo; la educadora es un ejemplo de sensibilidad con que se observan y relevan los mínimos detalles que dan valor a la experiencia de cada uno. Este contacto sensible y sistemático favorece, a través del juego, que los párvulos de la JUNJI puedan reelaborar vivencias que pudiesen ser complejas de narrar. Esto se logra con la capacitación permanente de las funcionarias en estrategias que apuntan a la seguridad emocional.

La emergencia sanitaria nos lleva a tomar resguardos, cuidados que siempre han estado presentes en nuestros establecimientos, que han sido reforzados para entregar a las familias la tranquilidad para que puedan apostar por estos espacios colectivos de conexión emocional, entendiendo que éste es un pilar fundamental para explorar cada etapa de desarrollo, un aporte al cuidado de la salud mental desde los estímulos tempranos, avalados por ambientes de aprendizajes enriquecidos por la mirada de nuestras trabajadoras y familias.

Es fundamental para que todo esto suceda, que quienes primero deben explorar en su mundo interno somos los adultos. Esta debe ser una condición básica para acompañar la exploración de los niños, que construyen significados principalmente desde la observación de la coherencia del mensaje verbal y no verbal. De no existir esta sincronía, la sintonía en el vínculo se ve supeditada a una lectura ambivalente que desorganiza la experiencia.»

Escrito por: UNIDAD DE BIENESTAR INTEGRAL DE LA JUNJI DE MAGALLANES Y DE LA ANTÁRTICA CHILENA