La responsabilidad de asumir un cargo [Por Mauricio Vidal Guerra]

28 de abril de 2024

No hay como comparar la tragedia de Cañete tras los asesinatos de tres carabineros con los escenarios de inseguridad que se han dejado implementar en nuestra región. El dolor y la impotencia frente a un acto de estas características hace reflexionar una vez más sobre el cómo se están haciendo las cosas en Chile, pero desde hace ya muchos años. Y pareciera que la palabra responsabilidad no ha sido la base para tomar decisiones.

No podemos desde Magallanes profundizar en los peligros que se viven cotidianamente en Bío Bío y la Araucanía. Seríamos demasiado patudos en ahondar en cuestiones que no conocemos en su totalidad, salvo las informaciones (en algunos casos con intencionalidad) por parte de los medios nacionales, y de la tracalada de políticos de diversos colores que se aprovechan una y otra vez de las muertes, accidentes, robos, y tragedias en general para pegarle al del frente y marcar un vergonzoso punto.

Y hasta tal vez ganar algunos puntitos en la carrera electoral. Parecen protagonistas de una serie de televisión apareciendo donde sea más conveniente, y le ayude a que la gente las y los conozca más. Un verdadero asco, vestido de buenismo y falsa empatía.

La rabia está, y muchos empezamos a sentirla cada vez más fuerte cuando el país es golpeado de esta manera y donde esperamos, creo yo la mayoría de las chilenas y chilenos, que el Estado actúe rápida y duramente frente a quienes nos han cambiado las percepciones en torno a la seguridad.

A nivel local, quienes están a la cabeza de combatir esas sensaciones de inseguridad, y el sinnúmero de delitos varios y del descontrol en las calles de Punta Arenas, sencillamente aparecen cuando viene algún jefe desde Santiago. Salieron todos de la cueva con la visita del subsecretario de Justicia, pero luego de que este último se subiera al avión volvieron a no exponerse publicamente.

Tenemos un problema grave. Y es que quienes están a cargo de confrontar o dirigir las acciones en pos de mayor seguridad, simplemente no tienen las capacidades y las preparaciones para aquello. De otra forma no se entiende que dichas autoridades desaparezcan los fines de semana, o que no se hayan referido a la terrible semana que pasó con homicidio, quema de vehículo, asaltos, y algunas personas realizando detenciones ciudadanas, y apoyando hacer justicia por mano propia.

Así de simple. Quienes están en los cargos designados a dedo porque son de confianza de sus partidos políticos o del propio Presidente Gabriel Boric, no están por sus capacidades en dichos puestos. No son expertos en seguridad, en prevención, en acciones que apunten a terminar con los delitos o con el miedo de vecinas y vecinos. Es más, hacen todo lo contrario. Enmudecen, se hacen los sordos, se esconden, no dan entrevistas, y fomentan las sensaciones de temor.

Es una lástima, porque además uno ve que hace falta una responsabilidad real y consciente a la hora de aceptar cargos de tan profunda relevancia. Yo sería incapaz de hacer los planos de un edificio sin ser arquitecto, o de generar planes de mejora en educación sin ser un experto en la materia. Menos sería quien entregue la información de un Gobierno sin tener las aptitudes necesarias, sin haber ejercido el periodismo o sin tener los conocimientos reales de las comunicaciones estratégicas y políticas.

Los representantes del Estado han sido irresponsables en la nominación de gente sin experiencia y hasta con miedos y temores en algunos casos. La madurez debe ir de la mano con las decisiones que se toman, y quienes las asumen tienen que hacerlo no por la conveniencia de ganar un lindo sueldo mensual solo por poner la cara. Si no que deben hacerlo porque se sienten absolutamente seguros de poder mejorar considerablemente lo que hay. De hacerlo mejor, o de aportar todo lo estudiado en las materias que supuestamente son expertos porque de otra manera no habrían aceptado cargos de esta magnitud.

El poder hay que ejercerlo y de la manera más consciente y responsable. Habitarlo no es suficiente. Menos cuando no se tiene la absoluta preparación y muchas veces la irresponsabilidad de la conveniencia hace que se acepten cargos y espacios que jamás se debieron haber aceptado.

Escrito por: Mauricio Vidal Guerra, periodista, director ZonaZero.cl