La conveniencia de la conflictividad [Por Mauricio Vidal Guerra]

2 de abril de 2023

La verdad es que la clase política regional está al debe hace mucho rato. Desde tratar de justificar lo injustificable, hasta atacar sin tapujos con el deseo de menoscabar al adversario. La conveniencia de la conflictividad es tan evidente que llega a ser repulsivo ver en sus propias redes sociales como vomitan odio y acusaciones, buscando seguidores, notas de prensa, presencia comunicacional, o sencillamente llegar a ser tan desagradable que sea casi una diversión mirarlos a ver qué tontera dicen nuevamente.

Sacar en cara, traer publicaciones del pasado, ser una especie de «acusador» del otro para que quede constancia quién es mejor, o peor… Un infantilismo político sin precedentes, y que nos lleva directo al populismo, a los extremos, a las mentiras, a creer que estas personas están realmente preparadas para estos cargos, pero que demuestran sin darse cuenta todo lo contrario.

El que un consejero trate de «hacer el ridículo» a un periodista a través de redes sociales demuestra no solo la bajeza del acto, la poca preparación política, si no que además una falta de educación que no debieran tener quienes representan a una comunidad ansiosa de soluciones, y no de polémicas baratas que intentan crearse para tener más atención… Querer ser el florero de la mesa.

O el que diputados anden más preocupados de contar quién vota de una u otra manera, ó si fueron o no a trabajar, ó el querer menospreciar el trabajo de sus colegas… Infantilismo político puro y duro. Y dañino para los habitantes de Magallanes. Perfiles de lo más cercano a esos compañeros odiosos del colegio que molestaban todo el día, que hacían desorden pero que se hacían los desentendidos, que de tanto atacar a los más débiles los dejaban llorando, o sumidos en la timidez o la vergüenza.

Y pareciera que mientras más crecen, o se vuelven más viejos, se van convirtiendo en algo aún más repudiable. Este tipo de personas son quienes nos están representando. Y buscan permanecer por mucho tiempo en esos cargos. Tratando de agrandar el agujero de la desesperanza y la violencia en todas sus formas, porque mientras más miedo e inseguridad tengas, más bonos ganan ellos…

Por el otro lado, la sordera y la porfía, han hecho que inocentemente les abran ventanas y puertas a los anteriores. Las y los elegidos a dedo, que podrían pensar que porque tienen sueldos millonarios la calidad de vida se les arregló a todos. Ya no es desconexión… Es sencillamente no saber, no entender.

O querer demostrar algo que a las claras es una gran mentira.

Tenemos lo que nos merecemos. Aunque nos duela, la gente fue a las urnas y eligió. Y sin el voto obligatorio la verdad es que los electos pueden ser cualquiera, así de simple. Ahora bien, con el sufragio obligatorio, solo los más conocidos públicamente tendrán alguna chance. Por lo mismo la conveniencia de la conflictividad.

Vivimos una época que no será recordada de buena forma respecto de la calidad de política, y de los políticos en cuestión. Menos de los partidos políticos. O de las mismas autoridades elegidas por nombramiento,

Lo que nos queda es entender este escenario, y quitarle piso a esos que buscan la confrontación por conveniencia, para hacerse más visible. Sin contenido ni propuestas, pero sí con bullying político, y con acusaciones para tratar de vencer haciendo daño y jugando a la guerra.

De trabajo conjunto, de avanzar por el bien de la gente, de juntarse a conversar y escucharse… De eso nada.

Y eso, es porque no tienen la capacidad, porque son mezquinos, egoístas sociales, que prefieren siempre jugar solos, porque buscan réditos individuales, porque siempre están pensando en una reelección, y no en cómo encontrar soluciones reales a los problemas cotidianos de la gente… Y porque cuando tus cuentas corrientes se inflan de una manera exorbitante, y tus privilegios son demasiados, la realidad cambia. Y tus preocupaciones dejan de ser las mismas que tiene un ser humano normal, sin privilegios, sin sueldos apoteósicos, sin vinculación con el poder, y sin representantes que sí te representen.

Escrito por: Mauricio Vidal Guerra, periodista, director www,ZonaZero.cl