Elecciones en Magallanes: ¿Quién gana y quienes pierden? La bola de cristal y el escepticismo metodológico

14 de mayo de 2021

Por Javier Ruiz

Primero el escepticismo.

El escenario regional de votación tiene un componente central que lo cruza, pero no necesariamente lo define, esto es, lo influye mecánicamente. Puede que sí, puede que no. Depende de los actores y sus movimientos.

Ese componente es, dicho así; la desafección de la gente por el sistema político –no por la política, que es más importante que nunca-. Son los políticos tradicionales, con sus partidos y sus reglas del juego –el sistema político- los que están cuestionados.

Este clima, de larga data y aumentado por el estallido de octubre, ha sido el espacio político para diversos ensayos; nuevas formas de hacer política –formas aun poco claras- y mas insólitamente para la historia que es el país, un ensayo constitucional inédito.

Entonces, un modo simple de dibujar el tablero político, es dividirlo en dos lados; los políticos tradicionales por un lado –los cuestionados-, y por el otro, llamémoslos así, los no tradicionales, esto es los que vienen de las catacumbas, del pasado, del futuro, de los márgenes, etc., de donde se nos pueda ocurrir, menos, de los partidos.

Estos dos lados del tablero definen el juego actual. Hay una tercera y cuarta hibridación; los tradicionales que se visten de no tradicionales y los no tradicionales que ingenuamente fueron puestos como independientes en la lista de los partidos.

Estos últimos son los más jodidos.

No tienen ningún juego que jugar al interior de la cueva de ali baba. Por tanto el tablero es de los tradicionales y no tradicionales. Ahí se juega la competición.

Demás está decir que los no tradicionales que triunfen con el paso del tiempo serán nuevos tradicionales que a su vez engendraran nuevos no tradicionales en un juego sin fin de la política. Ese es el modo de su renovación. Los ciudadanos aceptan este juego, pues si bien odian profundamente a los políticos, saben que no pueden vivir sin ellos.

¿Cuál sería el escenario ideal desde la perspectiva de la ciudadanía?. Que la política nueva triunfe, que haya muchos independientes de verdad, coronando sus candidaturas. ¿Será esto así?. Veamos.

Los constitullantos

Aquí va a haber llanto de verdad en los que pierdan, que será la mayoría. Al final, solo tres saldrán elegidos. Mal que mal 35 quedaran fuera. Veamos. Tenemos un team de formula 1 en una pista donde corren autos reacondicionados. Son los Bianchi. Tienen equipo, recursos, y suelen traer pilotos de afuera, que corren en las ligas mayores. Eso es Daza. Ganara. Seguro, y con primera mayoría.

Luego esta la escudería del empresario político Boric. Una especia de Enzo Ferrari, sofisticado y ganador. Dirige su escudería desde Santiago. Armó muy bien su equipo, y se alió con el PC, un partido de pocos pero seguros votos y que en estos tiempos está de moda. Ellos serán la segunda lista mas votada.

Tienen dos heroínas, Javiera Morales –no tradicional- y Daniela Panicucci –tradicional-. Según los analistas tradicionales gana Daniela, yo como híbrido que soy apuesto por la Javiera. Y luego el tercer lugar, es el más peleado.

Puede ser la lista de la derecha con Rodrigo Álvarez, si es que resisten el ventarrón antiderechista, que por estos días sopla fuerte. Y luego está la lista de la izquierda tradicional, en donde Marcela Baratelli –hibrido- compite palmo a palmo con Manuel Gallardo –tradicional- si esa competencia se eleva, puede ganar uno de los dos. No se por qué creo que ganará la Marcela. O sea, sería Baratelli o Álvarez. Mi corazón derechista me dice que será Alvarez.

Los alcaloides

En los alcaldes nombro las dos mas importantes. Empiezo por Punta Arenas. Gana Radonich por dos razones muy simples; la oposición va dividida, y que no se ha mandado ninguna cagada grande. Tampoco ninguna obra grande.

La imputación ante tribunales por juicios antiguos llega a destiempo. No pudo ser usada con eficiencia. Si no vean cuantos espolonazos resistió el blindado Paredes antes de caer. Fueron cuatro. Resistió más que la Esmeralda.

El último fue directo a su línea de flotación y se partió en dos. Dicho sea de paso, una parte del triunfo más que probable de Antonieta Oyarzo, -híbrido- se deberá a los dos últimos espolonazos de BDR y Zona Zero, específicamente su periodista Claudio Andrade que destapo el contrabando de cigarrillos de la madre de Paredes.

El llanero-gober solitario

Bueno, esta competencia la más aburrida la ganará sin dudas, Jorge Flies, híbrido de la Concertación vestido también de no tradicional o independiente.

Ahora pienso que capaz que estamos ante la presencia de un gran mago que tuvo la capacidad de dormir la pelota, al punto que nos olvidamos completamente del juego. Pero hay que decir sí que la aureola de eficiencia de la que viene precedido Flies y el hecho que la derecha vaya dividida, ayudó mucho a su performance actual.

Solo le diría al candidato y futuro gobernador que ese ahínco que aplico para leerse los mamotretos académicos y sacar su título de médico cirujano lo aplique para leer más de diversas temas, sobre todos los valóricos, como la eutanasia, la legalización del cannabis, o el aborto en toda causal. Un político que se dice progresista, en estos tiempos, no solo tiene que parecerlo, sobre todo tiene que serlo.

Escrito por: Javier Ruiz