Claudio Radonich lo está pensando… Y Jorge Flies lo tiene decidido. Por un lado, el todavía alcalde de Punta Arenas ve con buenos ojos el postularse el próximo año para ser el próximo gobernador de Magallanes, y por el otro la actual máxima autoridad local irá a la reelección sin dudarlo y teniendo en claro que las obras que se puedan concretar de aquí en más serán vitales para poder estar los ocho años que pretende.
Por lo que se ve, Radonich ha ido dejando de lado su función municipal poco a poco… «Como que no quiere la cosa». Pero lo cierto es que ya lo está conversando, y hay serias posibilidades que no vaya a un tercer periodo como edil y presente su renuncia en octubre de este año. Porque cabe recordar que tiene que estar fuera de cualquier cargo un año antes de las próximas elecciones. Eso movería el tablero rápidamente, y sería la concejala más votada (Verónica Aguilar) la que tendría que asumir durante ese año. Cuestión que le calzaría justo para sus públicas intenciones de ser la próxima alcaldesa de la ciudad.
Pero los deseos no siempre se cumplen, y si otra vez hay varias candidaturas de centro izquierda, no será tan difícil para la derecha (o para el candidato que elija Radonich apoyar) quedarse con el sillón municipal. Y ojo que podría aparecer un independiente sin ligazón ni pasado con partidos políticos y comerles el pastel a todo el resto.
Para Flies, estos años de gobernador han sido bastante fructíferos, y el apoyo se nota en las calles. La gran mayoría de la ciudadanía lo respeta y lo quiere, y su forma de hacer política lo fue colocando en «las alturas» como para que una reelección no fuera complicada ganarla. Ahora bien, no es un misterio que la derecha y la extrema derecha tienen a Flies entre ceja y ceja. Y lo ocupan de «niño de azote» cada vez que pueden. Todas las culpas las tiene Flies, todos los errores los comete Flies, todos los males los atrae Flies. Ese ha sido el discurso de la derecha más recalcitrante y extrema en contra del actual gobernador. Aún más, apoyado por el medio de comunicación de oposición por excelencia, las balas se dirigen casi diariamente sin escatimar en inventos, mentiras y deseos de poder.
Así las cosas, Radonich (empujado por la ansiedad de la derecha y los anti Flies) podría estar preparando el camino real para competir en las urnas por ser el nuevo gobernador. Con todo lo que eso implica.
Y Jorge Flies, con la convicción propia y la de muchos que lo apoyan y eligieron para ser la máxima autoridad de Magallanes, mira de reojo hacia el Palacio Montes, sabiendo que el «radonichismo» quiere ocupar la silla que hoy él ocupa.
Una batalla que podría gestar el destino de muchas cosas a nivel político en la región. Y que muchos no veían venir.
