Loreto Vásquez Salvador, dirigente de la Agrupación Ciudadana de Última Esperanza (Acue), explica respecto de la Planta de Procesos Australis, la mega construcción que se lleva a cabo a menos de un kilómetro del radio Urbano de Puerto Natales, que “si la legislación existe, es deber de la autoridad exigirla. Y si esta lo pasó por alto, es deber nuestro como ciudadanía activa hacerlo”.
Esto porque la planta no fue evaluada mediante Estudio de Impacto Ambiental, luego de un proceso viciado.
Si bien la comunidad dejó claros los impactos que se verían en el corto, mediano y largo plazo en sus observaciones, estos fueron negados tajantemente por la industria. Además, la dirigente concluye que la empresa ocultó sus reales intenciones, contando con la pasividad de los actores estatales.
“La ciudadanía informada de Puerto Natales le dice al titular, le advierte al Servicio de Evaluación Ambienta (SEA) sobre posibles daños que produciría la planta, pero el titular lo niega y él SEA lo avala.
Además, el Estado no está cumpliendo con ejercer su rol fiscalizador ni con aplicar el principio precautorio.
Vásquez estima que ya se ha hablado latamente sobre que la industria salmonera podría funcionar de manera ideal si solamente se regula y se le pone límites, pero explica que hoy “tenemos una legislación paupérrima, pero que tiene herramientas con las que pudiese regular la salmonicultura, pero no se aplican”.
La dirigente estima que el encausar armónicamente las actividades extractivistas con los derechos del medioambiente es una cosa de voluntad.
Respecto de Karina Bastidas, Vásquez explica que “ella representa el emblema de como opera la corrupción organizada desde el Estado”, agregando de que por este tipo de situaciones se utiliza el término de “servilismo, porque lo define muy bien: los trabajadores del Estado trabajan para todos nosotros (la ciudadanía) y no para el Estado. Pero pareciera ser, que por un lado unos le tienen miedo, entonces hacen lo que el privado necesita, y que por otro algunos quieren asegurar su futuro económico (…) haciendo la pega a medias”.
La dirigente estima que personas como Bastidas “saben perfectamente como asesorar al privado para evadir los Estudios de Impacto Ambiental, y eso es lo grave”.
Bastidas en julio de 2007 fue directora regional del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Magallanes y luego se volvió lobista de la Salmonera Australis. Posteriormente, a solo ocho días de la aprobación del megaproyecto de la planta de residuos de Salmón Dumestre, fue nombrada directora regional del SEA de Los Ríos.
