La Asociación Gremial de la Dirección de Vialidad dio a conocer su rechazo y preocupación ante la sanción de destitución aplicada a Gustavo Faraldo Iriarte, funcionario del Ministerio de Obras Públicas (MOP) en Magallanes, ex seremi de dicha repartición y con una trayectoria de 45 años de servicio. Según la agrupación, la medida es desproporcionada y vulnera principios básicos como el debido proceso y la igualdad ante la ley.
Cabe mencionar, que todo se originó a raíz de un sumario administrativo en el que el Fiscal Regional del MOP recomendó la destitución de Faraldo. La Asociación Gremial cuestionó el manejo del proceso, señalando que la sanción no guarda proporción con la presunta falta, ignorando atenuantes y sometiendo al funcionario a una presión constante desde febrero de 2024, cuando fue suspendido, y desde agosto, cuando su remuneración fue reducida al 50%.
Asimismo, la agrupación pidió esclarecer varias interrogantes a propósito del proceso que se ha llevado a cabo en los últimos meses, y que apuntan a: ¿Por qué el sumario fue llevado por un fiscal de la misma región, con conocimiento de los intervinientes?. También exigen que se responda con claridad ¿Quién ocupa actualmente el cargo de Faraldo y cuál es su relación con los denunciantes?, y además exijen respuesta sobre ¿Qué medidas adoptó el Seremi ante los problemas de ambiente laboral reportados previamente?
La agrupación de funcionarios también señala que “la medida es excesiva y vulnera derechos fundamentales. No se ha considerado el contexto ni se ha aplicado el principio de proporcionalidad que exigen los procesos sancionatorios justos».
Además, denunciaron que el fiscal a cargo del caso, Benjamín Sagredo Rayman, tiene vínculos laborales continuos con los involucrados en el proceso, lo que comprometería la imparcialidad del sumario.
La Asociación también cuestionó al Seremi de Obras Públicas de Magallanes, José Luis Hernández, quien afirmó en declaraciones a la prensa que desconocía los detalles del proceso y la situación laboral de Faraldo. “Es difícil de creer que una autoridad no esté al tanto de lo que sucede dentro de su propia repartición, especialmente cuando se trata de un funcionario directamente subordinado a él. Esto refleja una desconexión preocupante,” señalaron.