Encuentran restos fósiles de dos extraños dinosaurios en campaña paleontológica en Cerro Guido

10 de marzo de 2022

Hace unos días concluyó con éxito la undécima campaña paleontológica en el sector de Cerro Guido, liderada por investigadores de la Universidad de Chile y del Instituto Antártico Chileno (Inach).

Según detalla el paleontólogo de la Universidad de Chile, Sergio Soto, se hallaron restos fósiles de una gran cantidad de vertebrados, incluyendo mamíferos y nuevos restos del Anquilosaurio stegouroslos que permitirán entender mejor su anatomía. Igualmente encontraron huesos de un hadrosaurio (dinosaurio con pico de pato) de los que no se tenía conocimiento.

Alexander Vargas, director de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile y del proyecto Anillo “Nuevas fuentes de datos sobre el registro fósil y la evolución de los vertebrados”, dice que fue una campaña redonda. “He visto cómo se ha ido perfeccionando la experiencia y capacidad técnica de nuestros investigadores para extraer los fósiles de una manera que aprovecha más todo tipo de información científica, el nuevo cuidado que estamos teniendo con microfósiles, un mayor nivel de atención y, en general, la rapidez y eficacia con la cual estamos sacando los huesos de dinosaurios”, señala.

En el ámbito paleobotánico, Cristine Trevisan del Inach, afirma que “siempre vamos avanzando y buscando más datos para contar la historia de la conexión Sudamérica-Antártica. En este lugar tenemos también el límite K-Pg, de cuando se extinguen los dinosaurios (el final del Cretácico) y el inicio de una nueva era, el Cenozoico, donde surgen los mamíferos. En la paleontología esto tiene una importancia internacional, porque se produce un cambio de flora y fauna, podemos hablar incluso de un cambio en la biodiversidad de ese instante en la Tierra”.

Esqueleto montado de un Hadrosaurio.

Esqueleto montado de un Hadrosaurio.

Este año se sumó al grupo paleobotánico la investigadora de Brasil, Joseline Manfroi, quien se enfocó en intervalos que contienen carbón, para comprender mejor los paleoincendios, saber sus causas, su extensión y el efecto que tuvieron en los ecosistemas.

En esta campaña, encontraron hojas de tamaños más grandes, con bordes lisos, de 10 a 12 centímetros, que hablan de un ambiente más cálido. Por el momento, se puede decir que serían lauráceas y mirtáceas, todas plantas cuyas familias hoy encontramos en el hemisferio sur.

Vargas también destaca la conexión con el continente blanco, “porque el mismo Stegouros se parece bastante a formas de la Antártica y de Australia, y hay una historia de conectividad ahí que está emergiendo, de una cosa distinta a la que se conocía para el Cretácico tardío en el resto de Sudamérica, muy particular, con otra historia biogeográfica que creemos dará mucho que hablar a nivel mundial”.

Para Trevisan, las plantas son como el termómetro climático del pasado. Una hoja fósil puede entregar mucha información del clima de un lugar, por el borde de la hoja, por el tamaño, que incluso sirva para el desarrollo de modelos de conservación de los bosques actuales. “La flora fósil también es importante para comprender mejor el ambiente en el que vivieron los dinosaurios del Cretácico en el hemisferio sur”, argumenta.

Escrito por: Redacción ZonaZero