Hace más de un siglo vivir en Patagonia era muy difícil, muy duro, era un gran desafío para miles de trabajadores que provenían desde Europa; los países vecinos, desde el norte de Chile y Chiloé, en la zona sur
Trabajadores como astronautas que llegaban a otro planeta, donde las inclemencias climáticas les impedían de manera normal.
Si a eso sumamos que en aquellos años se trabajaba bajo presión de los grandes latifundistas, la situación complicada en muchos sentidos para los obreros.
Este 23 de enero se cumplieron 103 años de los hechos que tuvieron como escenario a Puerto Bories y Puerto Natales.
Fueron diez los muertos entre operarios y miembros del grupo de policías que custodiaban el frigorífico. El mismo que actualmente ha sido transformado en propiedad privada de un hotel, además de ser Monumento Nacional.
Hay que afirmar que durante varios días, a partir del 23 de enero de 1919, Puerto Natales estuvo bajo la autoridad de la Federación Obrera de Magallanes.
Fue la “Comuna de Natales”, período en que se registró total tranquilidad y donde patrullas de obreros armados cuidaban el orden y a la comunidad.
Estos hechos encontraron su génesis en el reclamo de las 8 horas laborales, el alto costo de los víveres, también los elevados precios de los arriendos y de los fletes.
Han pasado más de cien años y, aún, se repite el mismo cuadro de abusos, de cierta manera la historia se repite, es cíclica.
Lo ocurrido en Puerto Natales tiene conexión con la masacre de la Federación de Magallanes en el año 1920 que se desarrolla en Punta Arenas y las posteriores huelgas en 1920 y los fusilamientos masivos, en lo que se denominó como la «Patagonia rebelde» en la Argentina en 1921.
¡Honor y gloria para los mártires de 1919!.
