La visita de la ministra Camila Vallejo a Punta Arenas se planificó en el más profundo hermetismo. Nada se supo hasta unas horas antes, y por supuesto, no a través de canales oficiales si no más bien gracias al reporteo de algunos integrantes de medios de comunicación que lograron conseguirse la pauta de actividades de la autoridad santiaguina. Inentendible, por decirlo menos.
Porque además, el propio vocero del Gobierno a nivel local, Arturo Díaz, dijo el día antes al ser consultado que él no sabía nada respecto de lo que se haría, y que todo lo estaba viendo la Delegación Presidencial. Un contrasentido.
A casi ocho meses de la llegada de esta administración el tema comunicacional ha sido pésimo. No hay que darle más vueltas. No se comunica, así de sencillo. Y obviamente, lo que no se comunica no existe.
La inexperiencia en estos ámbitos ha quedado demostrada durante toda la gestión, tanto en lo que se observa de la delegada presidencial, Luz Bermúdez, y ni hablar del ex candidato a alcalde del Frente Amplio y hoy secretario ministerial de Gobierno, Arturo Díaz Valderrama.
Simplemente no hay conocimiento de lo que significa una estrategia comunicacional. Con un discurso simplista y descoordinado. Sin cercanías, y sin calle. Ocupan a sus encargados de prensa para escribir comunicados, o para armar un material digital que se reparten entre los mismos integrantes del gabinete, y que no tendrá ningún tipo de resultados efectivos.
«Pasteleros a tus pasteles» dice el dicho… Pero obvio, no lo entienden. Se han encerrado en una jaula de oro, donde no permiten que otros ingresen, y más encima pareciera que la porfía los hace quedar cada vez más ciegos.
Hay que hacer una clara diferencia entre el presidente Gabriel Boric Font, y su equipo de colaboradores en el ámbito regional. La escasez de talento en gran parte del gabinete para entregar mensajes es escalofriante. Salvo algunas excepciones, lo cierto es que lo técnico sobresale por sobre la locuacidad. Incluso hay integrantes que ni siquiera dan entrevistas. Inentendible.
La figura del Presidente es todo lo contrario. Su cercanía mantiene, para muchos, la esperanza de que no todo está perdido. Su liderazgo es notorio, y sus capacidades más allá de los constantes ataques mediáticos y en redes sociales por específicos sectores de la ciudadanía, hacen que el programa de Gobierno comprometido siga avanzando. No son menores los anuncios y cambios que se han producido en los últimos meses.
Pero a nivel local pareciera que se está a años luz de tener alguna similitud con esa forma de gobernar.
Es bueno mencionar que la comunicación efectiva consiste en utilizar correctamente el lenguaje verbal y no verbal para expresar nuestras ideas. De esta forma, lograremos conectar con las personas para que reciban exactamente lo que deseamos transmitirles, y comprendan el sentido que nosotros queremos que entiendan. Es decir, se debe transmitir de forma eficiente el mensaje apropiado en el momento oportuno. Cuestiones básicas de la comunicación. El secretismo de un gobierno genera incertidumbre y un vacío de poder regional. Es urgente que haya articulación, velocidad y talento al comunicar.
Complejo resulta recordar, que este vocero de Gobierno pudo haber llegado a ser alcalde de Punta Arenas. Y como esto es política, y no es personal, vale la pena decir también que en la cancha se ven los gallos, y que en ese sentido más que potenciar dicha figura, lo que ha ocurrido es que los bonos de Díaz (en términos electorales y políticos) han caído tanto como las expectativas de crecimiento de nuestra economía.
La luminosidad de la figura presidencial, contrasta profundamente con la de sus representantes en Magallanes. Y eso es innegable. Sus expresiones, sus estilos tan alejados a lo que la gente espera. La poca cercanía que requiere un pueblo cansado y lleno de necesidades. Por último unas sonrisas que entreguen motivación y fuerzas… Pero nada.
La ministra Vallejo, la mejor evaluada por lejos del gabinete ministerial, vino a Punta Arenas justamente a «vocerear». A hacer la pega que no se ha hecho en todo este tiempo. Pero una golondrina no hace verano… Quizás, el «tirón de orejas»que les dio a las y los seremis de Magallanes este viernes por la mañana, sirva de algo.
Tal vez… Porque así como están las cosas se ve más que complejo.
Sin estrategia, sin discurso coordinado, sin habilidades blandas, y ocupando los mismos rostros esa posibilidad de cambio sencillamente no se ve que vaya a suceder.
Es que, al Cesar lo que es del Cesar…
En tiempos complejos y llenos de cambios, quienes estén abiertos al aprendizaje verán de mejor manera el futuro y podrán ser parte del mismo, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán muy bien equipados para un mundo que ya no existe. Es así de claro.
Ya no existe una sociedad llena de secretismos, y menos donde las comunicaciones no sean fundamentales.