El Juego del Calamar, entre la realidad aumentada y la «realidad real»

1 de octubre de 2021

Toda serie exitosa contiene en sí misma una gran metáfora de la sociedad.

Suena obvio pero no por eso es menos cierto y hay que dejar de decirlo.

“Breaking Bad” reflejó los deseos no muy escondidos de la clase media norteamericana por despegar del suelo a cualquier costo: robar un banco, vender drogas o estafar. Todo esto en la figura de Walter White, un humilde profesor de biología que pudo convertirse en rico pero optó por usar su genio en producir metanfetaminas.

“Los Sopranos” le explicaron a “Los Sopranos” del mundo real cómo debían hablar y vestirse los verdaderos mafiosos. Así terminaron influyendo en los mafiosos y en la estética del planeta entero.

“Los Simpsons” no predicen. Si quieren saber cómo sera el futuro, vean los capítulos viejos de los personajes amarillos.

Y ahora, “El juego del calamar”, dirigida por Hwang Dong-hyuk (dice que demoró 10 años en procesarla), tiende líneas entre la civilización contemporánea y la ficción. Porque el grupo de personas que muere y mata por esos US$38.600 está endeudada hasta el cuello y su mundo de “afuera” se ha quebrado en mil pedazos.

Su primera temporada se puede ver en Netflix.

El excelente Lee Jung-jae como Seong Gi-hun, otro hombre al borde del abismo.

“El juego del calamar” al que han sido cordialmente invitados es una suerte de lotería con alguna posibilidad extra. Todo depende de la suerte y también de su capacidad de adaptación.

Cada uno tiene una chance, con eso les basta, con eso aceleran a fondo el devenir del presente.

Para seguir adelante deberán ser capaces de enfrentar cualquier escenario. Los que quedan en el camino lo hacen ahogados en un baño de sangre.

¿Alguna semejanza con las hordas endeudadas y desesperadas del mundo en el que sí vivimos?

La serie coreana hace pensar en “Parasite”, el film ganador del Oscar a Mejor Película extranjera, dirigido por Bong Joon-ho.

También allí una familia se juega la existencia en una acción por completo desmedida que los sacará de la pobreza.

“El juego del calamar” es realidad real vista con una lupa, amplificada en estéreo, alimentada con hormonas del crecimiento, resaltada y subrayada, coloreada, inflada.

Todo eso es cierto, sin embargo, tiene como punto de partida la vida en una sociedad moderna con sus múltiples obsesiones.

Escrito por: Redacción Zona Zero