El despelote [Por Mauricio Vidal Guerra]

1 de diciembre de 2024

La falta de experiencia del gobierno de Gabriel Boric se ha demostrado cada vez que se han requerido respuestas rápidas, planificadas y certeras al afrontar algún tema complejo. No es un misterio el nulo manejo con estrategia y la poca comprensión de la realidad (pero la realidad de la gente, no de ellos) para entender cómo actuar cuando aparece un problema, o podría aparecer. Los riesgos de una soberbia generacional que nos puso entre la espada y la pared cuando el que estaba en frente era José Antonio Kast.

Ese miramiento en menos de un grupo de jóvenes políticos que se fueron entremezclando con corrientes más antiguas ha dado como resultado el golpearse constantemente con una realidad dura para ellos, y muy peligrosa para el resto de la ciudadanía. La porfía, la ceguera, y una soberbia que solo podría intentar entenderse a través de un infantilismo político, y que no tendrá su madurez en este periodo de gobierno.

Con esto, más un sinnúmero de desaciertos comunicacionales, se ha ido construyendo un escenario de desorden y casi nada de confianza, tanto en Magallanes como en el resto de Chile. Una clase política paupérrima, que no ofrece soluciones si no más bien insultos de todo calibre para quienes piensen distinto, o la repetición de discursos poco creíbles, o las respuestas entre gritos y aplausos de barras bravas de la política que se coordinan para que aparezcan en los medios vitoreando lo que diga el Presidente o alguna autoridad. Pasa en todo ámbito de la política lamentablemente.

Como si fuera una serie de Netflix, en los últimos años la farándula nacional encontró protagonistas justamente en la política. Y así hemos visto escenas delirantes que lo único que hacen es denigrar más a la actividad que debiera solucionar nuestros inconvenientes. O no?

Por ejemplo, mientras aparecen acusaciones de violaciones, acosos sexuales, y demandas relacionadas con La Moneda, Kathy Barriga baila zumba al interior de una cárcel pública donde cumple prisión preventiva por mal uso de los recursos del municipio donde fue alcaldesa. Sin contar su emprendimiento en una plataforma donde ofrece contenido para mayores de edad. Al mismo tiempo, nos hemos tenido que fumar al embajador de Chile en España que sube contenido impresentable y se comporta como un verdadero adolescente en nombre de la república. Vemos a la diputada Maite Orsini casi grabando una especie de escena para una novela contando sus complicaciones amorosas, interviniendo en una situación donde hay una denunciante y está su ex pareja Jorge Valdivia… Hoy también en presión preventiva por violación. Suma y sigue, sin obviar el caso más grave de los últimos tiempos con la acusación en contra del ex subsecretario de Interior, Manuel Monsalve.

Todo mal manejado comunicacionalmente. No existe la estrategia, o la que creen tener sencillamente no les ha dado resultado nunca. A nivel local el cuento también se cuenta solo, y sin ninguna posibilidad de escuchar discursos más valientes y con impulsos de identidad donde no sigan repitiendo como títeres cuestiones que al parecer solo podrían valorar los barra brava. En Magallanes se mantiene un vocero con serios problemas de deudas según las propias denuncias que fueron y son públicas, además del silencio de la seremi del Trabajo, Doris Sandoval, (en su momento por el caso Mimica) y hoy en día por el nombramiento de la nueva directora regional de IPS con denuncias por maltrato laboral. Además, del silencio casi vergonzoso que se tuvo frente a la denuncia por temas sexuales al interior de la delegación de Última Esperanza hace más de un año.

La poca cercanía del delegado Ruíz y su lejanía en términos comunicacionales. Y con los miedos, entendibles desde el infantilismo político, de no acercarse a quiénes critican o ven una realidad que sencillamente ellos no están viendo o no les gusta ver y aceptar. El problema es que el daño es para todos, no solo para los porfiados.

Un despelote… Lamentablemente.

Porque además la lista sigue, mal diseño en términos de estrategia, falta de un elenco con experiencia y madurez política, un infantilismo más propio de «pololeos» colegiales que de autoridades políticas, una soberbia que finalmente les pasa la cuenta y se las seguirá pasando. Sin contar que de promesas de soluciones hemos escuchado un montón… Pero las jubilaciones no se ha mejorado y parece que no se van a mejorar, la salud va de mal en peor y la gente se muere esperando atención, los impuestos suben y las garantías de cumplir con los derechos para la ciudadanía no se ven ni se sienten.

Te dicen una cosa, y después pasa otra… Por eso es difícil creerles y confiar. Cuando uno ve todo lo que ve, y que el fin del amiguismo era puro cuento, o que las cosas iban a cambiar, y que el centralismo se iba a acabar…

Como dicen por mis pagos, es igual al chiste… Y ahí vamos: «Un político que estaba en plena campaña para su reelección, muere trágicamente en un accidente de tránsito. Luego de la tragedia San Pedro le ofrece pasar un día en el Infierno y otro en el Paraíso para que después elija libremente dónde quedarse por toda la eternidad. El político en el Infierno la pasa de maravillas, porque es un enorme campo verde en el que hay hermosas mujeres, comida a destajo y un Diablo que cuenta chistes muy divertidos y baila de día y de noche. En el Paraíso, el político muerto igual la pasa bien, saltando de una nube a otra y tocando el arpa sin parar.

Terminado el recorrido el político raudamente elije el Infierno.

Pero cuando San Pedro lo lleva hasta el fondo de ese abismo, las cosas no son como le habían mostrado, y aquel campo verde era en realidad un depósito de basura, y sus amigos que antes disfrutaban con champán y jugaban al golf estaban destruidos y hechos una miseria entre los desechos ahí tirados.

«¡No entiendo!», dice el político contrariado y ofuscado. «No es lo que me habían mostrado!», señala gritando… Y el Diablo, el verdadero, lo mira y le dice con una sonrisa en el rostro: «Ayer estábamos en campaña. Hoy… ya votaste por nosotros».

Escrito por: Mauricio Vidal Guerra, periodista, director ZonaZero.cl