El conflicto mapuche en la Argentina en un artículo de revista «Seúl»: qué hay detrás y porqué se ha vuelto tan violento

31 de octubre de 2021

Por Claudio Andrade

El conflicto mapuche en la Argentina ha ido creciendo en violencia desde 2015 en adelante.

Es distinto del de Chile tomando en cuenta que las comunidades ubicadas en Río Negro, Neuquén y Chubut se han mantenido pacíficas respecto del Estado nacional por larga data. Eso no quiere decir que no hubiera discusiones, reclamos, tomas y acciones judiciales por ambas partes. Algunas prosperaron otras no.

Durante el Kirchnerismo se entregaron a distintas comunidades mapuches más de 200 mil hectáreas. En ocasiones más de 15 mil a una misma familia.

Pero la aparición del lonko Facundo Jones Huala y la del Kirchnerismo en la escena social y cultural mapuche cambió por completo las cosas.

Comenzaron a sucederse los ataques, los eventos cargados de violencia y las reivindicaciones en el sur. Los propios vecinos no estaban acostumbrados a esta dinámica.

El 1 de agosto de 2017 murió ahora en Cushamen, provincia de Chubut, el tatuador y militante anarquista Santiago Maldonado, dentro de un predio ocupado por los seguidores de Jones Huala. El joven pereció en el río Chubut mientras escapaba de Gendarmería Nacional.

El 25 de noviembre falleció en un predio tomado de Mascardi por la lof lof Lafken Winkul Mapu, a 35 kilómetros de Bariloche, Rafael Nahuel, durante un enfrentamiento con una unidad Albatros de Prefectura Naval Argentina.

En los últimos 10 años se han registrado más de 100 ataques en la región que en buena parte se adjudican a Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), creada por Jones Huala, y a los mapuches que tomaron Mascardi.

Hoy el lonko paga una pena de 9 años en la cárcel de Temuco por el incendio de una propiedad en un fundo cerca de Valdivia en 2013.

La revista «Seúl» de Buenos Aires publicó un extenso artículo contando lo que hay detrás del conflicto mapuche en el país trasandino. La nota está firmada por Claudio Andrade, uno de los fundadores de Zona Zero.

Aquí el principio y el link:

El conflicto mapuche como lo conocemos ahora no existió hasta que el kirchnerismo hizo su aparición en la escena cultural y social de la Patagonia. Antes de eso, “el conflicto” era sobre todo una discusión entre descendientes y el Estado argentino o terratenientes, un reclamo no demasiado intenso aunque permanente, un alegato de complejas derivaciones judiciales. Pero no había amenazas ni mucho menos violencia de parte de los bandos en oposición. Muy lejos de los ataques que hoy todos conocemos.

En su génesis más contemporánea, el conflicto se funde con la biografía del lonko Facundo Jones Huala y su declaración de guerra a la Argentina, con los intereses de otras familias de origen mapuche que especulan con el negocio inmobiliario, y las urgencias de la clase política que requería desestabilizar un gobierno como el de Mauricio Macri. Desde esta perspectiva, el conflicto mapuche en su modo violento es absolutamente reciente: más allá de los reclamos que pudiera haber, desde la Conquista del Desierto hasta hace unos pocos años los hechos de violencia eran inexistentes.

En 2015 Facundo Jones Huala decidió ocupar un sector de 1200 hectáreas en Leleque, una estancia de los Benetton, junto a un grupo variopinto de seguidores. La mayoría de ellos eran jóvenes desocupados de raíces mapuches provenientes del barrio San Ceferino de Esquel, entre molestos y furiosos por la enorme extensión que poseían y poseen los empresarios italianos en el sur. Cerca de un millón de hectáreas pertenecen a la Compañía de Tierras Sud Argentino S.A., de los Benetton, de Chubut hasta Tierra del Fuego. En cualquier caso, fue un toma desordenada y algo circense, que no generó reacciones importantes en Chubut.

Hasta 2005 el lonko Jones Huala era un, digamos, tranquilo activista del universo mapuche local y se dedicaba a ayudar a los pobladores rurales a levantar sus casas en espacios fiscales o de la propia familia Benetton cerca de Cushamen, como una forma de protesta. Su vida transcurría entre Esquel y Bariloche, donde tiene parientes y amigos cercanos. En Colonia Suiza, cerca de Bariloche, vive su madre, María Isabel Huala, quien a su vez ocupa un predio que administra el Ejército Argentino. Jones Huala ayudó a construir la casa de Rosa Rua Nahuelquir y Atilio Curiñanco, un matrimonio mapuche que disputó a los Benetton y ganó en la Justicia 535 hectáreas en Cushamen en 2004. Rosa y Atilio fueron recibidos por Luciano Benetton en Milán y, según recuerdan ambos, antes de entrevistarlos los palparon de armas.

Jones Huala comenzó a radicalizarse después de sus viajes a Chile, especialmente a la zona de Temuco y Osorno, donde se congrega buena parte de la población descendiente de mapuches en el país trasandino. No está muy claro cómo fue nombrado lonko o si, en definitiva, él mismo se autonombró. Lo cierto es que buscó espaldas anchas en el sur chileno y su título político no fue discutido en el sur argentino. Sus contactos con la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), la principal organización político-militar mapuche, lo inspiraron a tomar medidas más duras respecto de las ocupaciones en Río Negro y Chubut.

Revista Seúl

Ilustración de ZIPERARTE
Escrito por: Claudio Andrade @CatClaudio