Buenas noticias recibió el Gobierno en materia económica, ya que esta semana se reveló que el gasto público se contrajo un 23,1%, lo que permitió que el balance fiscal terminara con un saldo positivo de 1,1%, el mejor resultado desde el 2011.
Estos resultados, según el informe de Ejecución fiscal de diciembre, se explicarían por la disminución interanual del gasto presupuestario (-23,8%) y la reducción del gasto extrapresupuestario en un 34,8%, según consignó La Tercera.
La caída del gasto corriente se debe al menor gasto en subsidios y donaciones (-45,6% real) a causa de la alta base de comparación debido al IFE Universal en 2021, mientras que la variación del gasto de capital se debe a una caída anual de la inversión (-18,0% real), lo que se compensó con el alza de las transferencias de capital.
Todos estos factores permitieron que el balance efectivo del Gobierno Central Total acumulara un superávit en 12 meses de 1,1% del Producto Interno Bruto (PIB), siendo el mejor resultado en más de una década.
Pese a los buenos datos, desde el Ministerio de Hacienda señalaron que este 2023 nuevamente habrá un déficit, ya que los ingresos recibidos que permitieron el mejor resultado de 2022 eran transitorios.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, sostuvo que “si en 2022 tuvimos una serie de factores que nos permitieron mejorar por una vez los ingresos fiscales, tenemos que ser realistas respecto de 2023. Una vez que desaparecen esos efectos, tenemos que fijar metas fiscales que sean alcanzables”.