Llegó el día en el que Alejandro Velázquez, ex mano derecha del ex alcalde Fernando Paredes, fue despedido del municipio. Ese día que Velázquez esperaba no se hiciera realidad jamás.
La actual conducción de la Cormunat despidió a Velázquez por “grave incumplimiento del contrato de trabajo”, artículo 160 7 del Código del Trabajo.
En otras palabras, Velázquez partió expulsado sin indemnización y solo con las vacaciones adeudadas. Llevaba más de un año de licencia médica cobrando un suculento sueldo de unos 4 millones de pesos.
En agosto de 2021 alcaldesa Antonieta Oyarzo ya había presentado una demanda contra el ex funcionario por «administración desleal y fraude al fisco» que también abarcaba a Paredes, una causa que sigue su rumbo.
Sí, se trata del mismo funcionario que en 2020 recibió un finiquito de 43 millones de pesos por parte de Paredes. El pretexto: el final de su ejercicio en su cargo jerárquico –como secretario general de la Cormunat en ese momento– para retomar de inmediato en otro.
Durante más de un año, el ex funcionario se amparó en una licencia médica psiquiátrica para mantenerse cobrando. Durante años fue uno de los alfiles del ex alcalde Paredes y como tal ejerció un poder cuasi monárquico sobre Cormunat como si para él no hubiera reglas escritas ni ley.
Los fundamentos del despido son variados, pero hay tres muy llamativos y sorprendentes. 1) Durante el ejercicio de su cargo movió importantes sumas de dinero a Educación que originalmente estaban destinada a Salud. Con esto perjudicó la situación de la salud municipal en Natales. 2) Autorizó contrataciones al mismos prestadores de servicios una y otra vez. Es decir, fueron contrataciones a dedo y que beneficiaron a un grupo selecto de empresarios. 3) Retiró el dinero del programa de “Niño Vulnerables” y lo ocupó en los sueldos de Cormunat. Una acción propia de un maligno personaje de Edgar Allan Poe. Porque Velázquez pasará a la posterioridad por muchas razones, pero el quedar etiquetado como el funcionario que le quitó el dinero a los niños pobres para tapar los agujeros de la administración de Paredes, es el sumun de la indolencia y la falta de probidad.
Hay mucho más en su “prontuario”, traspasos de dinero desde el Cementerio a Cormunat, insólitas becas a estudiantes de básica para que continúen la enseñanza media (el ciclo electivo es obligatorio y no se establecen becar por este motivo concreto), movimientos indiscriminados sobre cuentas corrientes de la Cormunat. En definitiva, a lo largo de su periodo administrativo, Velázquez actuó como el patrón de la Cormunat, de su presupuesto y patrimonio.
Este martes llegó hasta la inspección del trabajo para hacer su descargo después de concretar el finiquito. No lo hizo solo. Impecablemente vestido de traje, estuvo siempre acompañado de dos guardaespaldas. Ya de salida de las oficinas solo dijo: “Mis abogados van a analizar las acciones a seguir”. Después partió en una camioneta negra, Chevrolet.
En su descargo escribió: “ “Me reservo el derecho a demandar tutela por vulneración de derechos con ocasión del despido; despido discriminatorio grave, nulidad del despido, despido injustificado, daño moral…”.
