De verdad, hablemos de economía regional [Por Mauricio Vidal Guerra]

11 de marzo de 2025

El seremi de Gobierno de la Región de Magallanes ha intentado desmentir las acusaciones de que la economía regional está paralizada y que el Gobierno ha actuado en contra de la industria. En una columna publicada el fin de semana, pretende instalar una narrativa triunfalista basada en cifras parciales y declaraciones optimistas, pero lo cierto es que su discurso sobre el hidrógeno verde es un ejercicio de autoengaño o, peor aún, de una evidente y pobre manipulación política. El sesgo que se potencia a través de una instrucción, o sencillamente como ejemplo del típico discurso para instalar cuestiones que no se ajustan a la realidad.

Primero: Una “cartera de proyectos” no es desarrollo real

El seremi menciona con entusiasmo una cartera de proyectos de hidrógeno verde en evaluación ambiental por 25 mil millones de dólares a nivel nacional y destaca el proyecto HNH Energy en Magallanes con una inversión inicial de 11 mil millones de dólares. Pero esta cifra es un espejismo: Hablemos claro, proyectos en evaluación no equivalen a proyectos en ejecución, menos aún a empleos efectivos o crecimiento económico real. La realidad es que el sector del hidrógeno verde en Chile ha perdido dinamismo. Empresas que inicialmente apostaban por el desarrollo de esta industria han encontrado incertidumbre regulatoria, trabas burocráticas y falta de incentivos concretos para avanzar. Sin claridad en los marcos normativos y sin una política de fomento clara, estos anuncios siguen siendo solo eso: Anuncios.

Solamente a modo de ejemplo, en 2024 se cambió la clasificación del Canquén común en el Reglamento de Clasificación de Especies, pasando de “casi amenazado” a “vulnerable”. Este cambio, aunque relevante para la conservación, generó un impacto directo en los proyectos de hidrógeno verde en Magallanes, pues amplía las restricciones ambientales, generando retrasos y aumentos en los costos para las empresas. Complicando aún más el avance de la industria. Sin embargo, el seremi prefiere omitir este dato, ocultando los efectos que las decisiones del propio Gobierno están teniendo en el sector.

Segundo: Hay una paralización de las reformas claves

El seremi intenta posicionar al Ejecutivo como impulsor del desarrollo, pero los hechos lo contradicen. Dos proyectos claves para destrabar la inversión y reducir la burocracia están durmiendo en el Congreso sin que el Gobierno esté demostrando concretamente que se haga algo por sacarlos adelante:

  • El Proyecto de Modernización del Sistema de Evaluación Ambiental: Anunciado como la gran solución para agilizar los permisos ambientales, sigue estancado sin avances significativos.
  • El Proyecto de Disminución de Tiempos en la permisología: Prometido como la respuesta para hacer más eficientes los procesos, sigue sin priorización legislativa.

Mientras tanto, las empresas siguen enfrentando un sistema lento, engorroso y lleno de incertidumbre, lo que desincentiva la inversión. ¿Cómo puede el seremi hablar de apoyo a la industria cuando su propio Gobierno no mueve un dedo para destrabar estas reformas?

Tercero: Un discurso que ignora la urgencia económica de la región

El seremi se enfoca en cifras globales de empleo y crecimiento sin abordar la verdadera preocupación de la industria: La falta de dinamismo y la inestabilidad que impide nuevas inversiones. Se debe destacar que Magallanes tiene la menor tasa de desempleo del país, pero eso no responde a las críticas de fondo sobre la pérdida de oportunidades de inversión en sectores estratégicos como el hidrógeno verde. Históricamente la región ha tenido tazas de desempleo bajas, y no es gracias a este gobierno.

La economía regional no solo necesita estabilidad, sino proyectos concretos que generen crecimiento sostenido. Mientras el Gobierno sigue enfrascado en discursos autocomplacientes, las inversiones se retrasan, los costos operativos aumentan y la incertidumbre regulatoria aleja a potenciales inversionistas. Sin una estrategia clara que garantice seguridad jurídica y condiciones competitivas, Magallanes seguirá viendo oportunidades desperdiciadas en sectores clave para su desarrollo.

Cuarto: ¿Un Gobierno ambientalista dogmático o un Gobierno que apuesta el desarrollo?

El seremi de Gobierno se presenta como defensor del avance de la región, pero hay una duda profunda sobre cuál es la verdadera postura del Gobierno respecto de la industria del hidrógeno verde. Porque aunque el Presidente, Gabriel Boric, plantee estar de acuerdo con el desarrollo de la industria aún caben dudas sobre si ¿Es este un Gobierno que realmente comprende la importancia de desarrollar la industria del hidrógeno verde, o sigue aferrado a no abandonar su sello ambientalista que termina poniendo obstáculos a la inversión?

Por un lado, se busca mostrar una imagen favorable del desarrollo de proyectos de hidrógeno verde, pero por otro, el Gobierno sigue impulsando políticas que frenan estos mismos proyectos. Ejemplos claros de ello son la reclasificación del Canquén común y el inminente corredor biológico que se espera se publique este año, impulsados por el Ministerio de Medio Ambiente. Estos movimientos, si bien son importantes desde el punto de vista conservacionista, solo generan más incertidumbre en los inversionistas, quienes enfrentan una situación normativa confusa y con demasiadas restricciones.

Además, en este escenario, cabe preguntarse ¿Habrá una coordinación clara entre las carteras, o seguiremos viendo enfrentamientos entre la agenda ambientalista y la necesidad de generar condiciones para la inversión?

Quinto: La ventana de posibilidades está por cerrarse

Es innegable que Magallanes tiene un potencial eólico tremendo que podría permitirle posicionarse como líder mundial en la producción de hidrógeno verde. Sin embargo, el problema está en que las empresas podrían llegar al punto de corte de inversión si no se despejan las incertidumbres regulatorias y de mercado. A pesar de las grandes expectativas en torno al hidrógeno verde, las empresas necesitan condiciones claras y rentables para decidirse a invertir.

El riesgo regulatorio, la falta de incentivos y la inestabilidad de los marcos normativos son factores que podrían llevar a muchos inversores a dar un paso atrás. Esto no solo afectaría el desarrollo del sector, sino que podría hacer que Chile pierda su ventana de oportunidad en un mercado global cada vez más competitivo. Las expectativas de rentabilidad son cruciales, y si los proyectos no cumplen con los criterios mínimos establecidos por las empresas, el riesgo de perder esta oportunidad será irreversible.

Sexto: Un manejo comunicacional deficiente que solo daña al Gobierno

No es la primera vez que el seremi de Gobierno adopta esta actitud de negar la realidad y tratar de disfrazar problemas evidentes con discursos prefabricados. Su manejo comunicacional es pobre, su desconocimiento de los temas es evidente y su tendencia a minimizar los problemas solo abre un flanco innecesario para el Gobierno.

Cada vez que el seremi intenta desacreditar las críticas con frases simplistas y datos selectivos, solo logra alimentar la percepción de que el Gobierno está desconectado de la realidad. Su insistencia en negar lo innegable no solo deteriora su credibilidad, sino que pone en una posición incómoda a toda la administración, al evidenciar la falta de conocimiento y de estrategia comunicacional sobre el hidrógeno verde, y otras cuestiones fundamentales.

Ante este escenario, es legítimo preguntarse si el seremi debería dar un paso al costado, por su débil desempaño al comunicar de manera efectiva y con responsabilidad, demostrando hasta ahora solo desconocimiento y una torpe estrategia comunicacional de negación, que perjudica la imagen del Gobierno en la región.

Escrito por: Mauricio Vidal Guerra, periodista, director ZonaZero.