Las ciudades de Chile no tiene ni de cerca el potencial de ser catalogada como una «Zona Azul» donde las personas vivan más de 100 años y vivan bien. Así lo explica Nibaldo Inestrosa, médico que ha dedicado su carrera a entender y estudiar curas para el Alzheimer y el Parkinson. Esa misión, lo llevó a ser el director del primer Laboratorio de Neurobiología Molecular de Punta Arenas. ¿Por qué Magallanes? En esa región, habitaría la gente más longeva de Chile y a la vez, la que más está envejeciendo. Para The Clinic, el doctor explica los factores cruciales para entender este fenómeno.
El año pasado se estrenó el documental Vivir 100 años: el secreto de las zonas azules. Se trata sobre cinco zonas del mundo donde las personas viven más de 100 años. Su éxito llevó a que hoy se siga hablando de Arica a Magallanes qué hace la gente que vive en estos lugares y permanece “activa y vibrante” después de cumplir 90.
La marca registrada “Blue Zones” o “Zonas Azules” no es nueva. Ha creado durante 20 años ocho libros, una serie de Netflix y un programa mundial multimillonario para que las ciudades obtengan una certificación de ‘Zona Azul’. Todo, para difundir los hábitos que la gente de las ciudades de Okinawa en Japón, Loma Linda en California y Cerdeña en Italia, han adoptado para conseguir mayor longevidad.
Chile no tiene ninguna ciudad con el potencial de ser “Zona Azul”. De hecho, solo existen cinco en el mundo hasta el momento. Pero lo que sí tiene, es una región donde el 19,6% de su población tiene más de 60 años de edad. Se trata de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena. Incluso, según los datos del INE 2023, de los 182.217 habitantes, 25.118 personas tienen más de 65 años.
Según el estudio del Centro de Conocimiento e Investigación (Cipem), la Región de Magallanes y Antártica Chilena es la zona del país en la que se está produciendo el mayor envejecimiento de la población.
Esa es la razón por la que el doctor y Premio Nacional de Ciencias Naturales, Nibaldo Inestrosa, se fue a vivir a Punta Arenas para estudiar el desarrollo y tratamiento para enfermedades neuro-degenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Inestrosa hoy, es el director del primer Laboratorio de Neurobiología Molecular de Punta Arenas. Cargo que ejerce para continuar sus estudios sobre Alzheimer en lo que dice ser “una comunidad de organismos únicos que no existen en otra parte del mundo”.
La región es hogar de organismos naturales como plantas, hongos y algas propicias para encontrar una proteína que catalizaría la creación de medicamentos para las enfermedades del sistema nervioso. Todo es parte del estudio del doctor Inestrosa. “Cuando empezamos el proyecto, necesitábamos un lugar que tuviera las características de un clima inclemente. Frío, viento y nieve. Los organismos que han crecido aquí, han desarrollado una proteína que se llama ‘anti-freeze’ que los protege de este clima y les permite sobrevivir”, cuenta.
Pone como ejemplo los peces que nadan en la Antártica a -60 C° desde el origen de esta tierra. “La proteína ‘anti-freeze’ circula por la linfa de estos peces, que equivale a nuestra sangre. Ésta ha permitido que no se congelen en el lugar donde viven. Para el cril y las algas, es la misma historia. Se han acostumbrado a vivir aquí como no ha pasado con otros organismos en ninguna parte del mundo. Ni siquiera en el Ártico, porque esa zona es un cúmulo de nieve. Mientras que la Antártica, que tiene 60 millones de años, tiene zonas profundas donde hay tierra y hubo árboles”.
Esa es la introducción para entender el hecho de que sus estudios también hayan abarcado la explicación de por qué la población de Magallanes es la más longeva de Chile. Pero a pesar de que los descubrimientos están, éstos no han podido salir a la luz porque no hay recursos. El doctor hasta el momento, está investigando con sus propios medios.
“Ha pasado poco tiempo para decir que la gente de Magallanes tiene un organismo evolucionado que se protege del clima. Aún no podemos poner las manos al fuego por eso. Pero hasta el momento, sí podemos decir que la longevidad tiene que ver con el hecho de que viven aislados junto con otros factores genéticos”, adelanta el investigador.
La historia comienza en el año 1843. Inestrosa la relata desde el momento en que Bernardo O’Higgins estaba en su lecho de muerte. Ahí, le pidió al presidente Bulnes que “no se olvidara de Magallanes”. Acto seguido, Bulnes llevó a Magallanes -al “Puerto Bulnes”- a 40 personas que venían desde Ancud en Chiloé para poblar la zona. “Los chilotes tienen genes de longevidad”, explica el especialista. Éstas, podrían estar vinculadas al tipo de vida aislado y lento que llevaban en la isla.
Pronto se dieron cuenta de que para conseguir agua para hidratarse, tenían que hacer una travesía de dos días de caminata. Así, decidieron trasladarse a Punta Arenas. Se demoraron 4 meses.
Al llegar a la ciudad, la misión que le comandaron a Bernardo Philippi, gobernador, fue poblar la zona. En esa misma época se descubrió petróleo y oro en Tierra del Fuego. Junto a los ingleses, empezaron a llegar los croatas. “Los croatas tienen un tipo distinto de genética. Habían tenido una vida más desarrollada en Europa, que al mezclarla con la sangre de la gente chilota, creó una genética predispuesta a la longevidad”, explica Inestrosa.
Después de la genética, está el aislamiento. “Hay menos infecciones. El 95% de la población nunca ha subido por el continente. Tampoco viajan en avión. Eso hace que la región esté aislada a las infecciones del resto del mundo. Algo que también, permite que uno pueda hacer trabajos clínicos como la búsqueda de la cura para el Alzheimer. En Santiago, Puerto Montt o Concepción sería imposible hacerlos porque la gente está todo el tiempo moviéndose”, agrega.
Hay más factores. Uno de ellos, es la exposición a la luz. “La luz aparece en el invierno a las 10:30 de la mañana y en el verano, desaparece a las 00:00 am. El cambio de luz hace que se afecte la producción de la vitamina D, que tiene que ver con el metabolismo, el calcio y el crecimiento de los huesos”, explica el doctor.
Sin embargo, esta forma distinta a la que los organismos humanos están expuestos a la luz no solo influye en mayor longevidad. También hay consecuencias negativas. “Tal como en Magallanes están los más longevos, en Magallanes también está la tasa más alta de cáncer de colon -que además, es el cáncer más común en nuestro país”, dice Nibaldo Inestrosa.
Finalmente, el especialista aclara que hay que diferenciar la clasificación de “Zona Azul” de el hecho de que la Región de Magallanes y la Antártica Chilena tenga la mayor tasa de adultos mayores.
“En Chile no podría haber un lugar de ‘Zona Azul’ porque esos lugares son centenarios. Tienen otro estilo de vida. Trabajan menos, comen menos, hacen vida en comunidad. En Punta Arenas hay un gran problema con la obesidad en adolescentes y adultos. Es otra de las razones por las que se desarrolla el cáncer de colon. El carbón que se usa para cocer el cordero es otro responsable de la predisposición a esta enfermedad”, concluye.