Contaminación acústica en Punta Arenas: ¿Qué estamos haciendo? [Artículo de Cristian Toledo?

20 de octubre de 2021

Actualmente me dedico a realizar trabajos en la materia de contaminación acústica, ya sea del punto de vista ambiental como el ocupacional en empresas del sector privado, denominado como higiene ocupacional e higiene ambiental. En base a lo que he podido estudiar e investigar sobre la actual situación de la comuna de Punta Arenas y la sobre población de vehículos en relación a calles, avenidas cercanas, casas habitacionales o edificaciones de bien público o privado, existió la idea de hacer un estudio de contaminación acústica de tráfico rodado en las áreas especificas de locomoción colectiva siendo esta, la principal y único medio de transporte público que existe en la comuna, esto involucra a los colectivos, taxis y microbuses para un proyecto de tesis de especialización en medio ambiente.

La contaminación acústica

La unión europea, define al ruido ambiental, como: “un sonido no deseado generado por la actividad humana en el exterior, principalmente, el ruido emitido por diferentes medios como el transporte, emplazamientos o edificios industriales” (Directiva europea, 2002/49/CE). Mientras que la molestia, se define arbitrariamente como “una sensación de falta de placer asociada con cualquier agente o condición conocida o pensada por un individuo o grupo y que les afecta adversamente”. La contaminación acústica es considerada por la mayoría de la población de las grandes ciudades como un factor medioambiental muy importante, incidiendo en la calidad de vida, pudiendo producir efectos fisiológicos y psicológicos nocivos para una persona o grupo de personas en áreas publicas o en organizaciones de tipo industrial.

El oído es por naturaleza un sentido de alarma, para detectar peligro y alertar también durante la fase de sueño. Por lo tanto, es muy sensible a ruidos y la exposición a sonidos crea un estado de alerta de estrés, incluso si la persona se acostumbra subjetivamente y no lo nota. “Como uno se acostumbra al mal olor de un contaminante hasta ya no notarlo, el organismo es capaz de acostumbrase e ignorar la molestia por el ruido, pero eso solo es la percepción consciente por la persona” (Llorente y Peters, 2015, p.13). El efecto tóxico del contaminante como el estrés que el ruido impone al organismo sigue igual y los efectos negativos no se reducen por costumbre. “El tráfico rodado es la fuente de 80% del ruido en entornos urbanos, pero causa solo el 8% de las quejas” (Llorente y Peters, 2015, p. 13). La principal fuente de quejas por la población es el ruido por ocio nocturno, que no es continuo sino puntual o fluctuante.

Aquí́ radica una de las grandes dificultades del ruido, la capacidad para medir el grado de molestia. “Existen varios factores que hacen que el ruido sea molesto, uno de carácter psicológico o personal y otros de carácter físico” Pérez (2002, p. 62). El determinante para el presente estudio será́ a través de un valor cuantificable y comprobable como es la intensidad sonora, “entendiéndose la reacción subjetiva ante el ambiente sonoro como una respuesta simple, sin que medie ningún tipo de procesamiento subjetivo”. Para entender la magnitud del problema que nos encontramos, surgen algunas preguntas ¿Cómo se genera actualmente el ruido en nuestras ciudades?, ¿Cuáles son las fuentes principales que la producen? ¿son de tipo móviles o fijas?

En 2019 y parte de 2020 (previo a pandemia), se realizaron 27 mediciones promediadas en 9 grandes sectores estratégicos en distintas partes de la ciudad como intersecciones claves de calles y avenidas, con un sonómetro integrador clase 2 y analizado a través de un software de modelación bajo la ISO 9613 y utilizando los lineamientos de calculo del Decreto supremo Nº 38 del ministerio de medio ambiente de chile para calcular los niveles de presión sonora corregidos (NPC). Los resultados en líneas generales es que existe contaminación acústica comprobada en las grandes áreas de transito del transporte público, en todos los grandes puntos excedió́ con al menos 10 dB (A) de diferencia con el alcance legal tomando en consideración como limite de 65 dB (A) en horarios denominados como PEAK y en jornada diurna.

En esta discusión es importante dejar en claro que ningún estudio de contaminación acústica va a ser igual a otro, por sobre todo cuando hablamos de tráfico rodado. Debido a que las rutas, calles, edificaciones son muy distintas en cada comuna o ciudad del país. Por lo que la mejor forma de comparar es a través de los lineamientos que establecen las normas actuales en Chile, determinando si superan o no superan estos márgenes o limites según el D.S. Nº 38 de Ruidos Molestos del Ministerio de Medio Ambiente. Como también hacer referencia a la Unión Europea que fija un parámetro estándar para decir que si es aceptable o no el ruido en zonas residenciales. Los datos que se comparan con el presente estudio se basan en los criterios más utilizados para comparaciones de ruido ambiental en la Unión Europea, el mas utilizado es el de 65 dB (A) como límite para el nivel equivalente durante el periodo diurno que es en donde existe influencia de ruido mayor por tráfico rodado de transporte público. Mientras que la OECD (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo), recomienda niveles equivalentes del periodo diurno no sean mayores a 65 dB (A) para zonas residenciales existentes (OECD, 1991). En chile, la distribución del limite de seguridad ambiental de ruido va en variación a la zonificación o zonas, según plan regulador de cada comuna, pudiendo variar entre 55, 60, 65 y 70 dB (A) como limites diurnos, y las zonas rurales se acogen a 65 dB (A) en horario diurno de 07:00 de la mañana a 21:00 hrs de la noche.

En base a los resultados y análisis y en comparación a los puntos de ruido se concluye que existe contaminación acústica por tráfico rodado, ya que se supera el limite en todas las áreas evaluadas.

Si volvemos a las preguntas realizadas en la etapa de hipótesis de este estudio: ¿más infraestructuras para más tráfico rodado?, ¿es la mejor solución?, ¿por qué en la ciudad no existe otro medio de transporte que no sea vehicular?, ¿Una solución no estudiada genera otro problema?… Una de las soluciones que no ha sido estudiada actualmente es el cambio de medios de transporte publico para descongestionar las áreas céntricas de vehículos, para así mejorar las condiciones de contaminación acústica, como también, en alguna medida ayuda a la contaminación atmosférica reduciendo el índice de gases contaminantes que emite un vehículo.

Escrito por: Christian Toledo, para Ambiental-Mente y ZonaZero.cl