El convencional constituyente por Magallanes, Mauricio Daza Carrasco, comentó que la declaración de Rodrigo Rojas Vade, que desató un escándalo mayúsculo al confesar que no padecía cáncer, es una situación difícil para todos.
“Hay un ámbito que se vincula con lo público y acá claramente se ha defraudado de manera grave e inaceptable la fe pública, porque finalmente lo que se hizo fue levantar toda una campaña a partir de una mentira. Y esa mentira se vinculaba con la existencia de un cáncer”, explica el abogado.
“Eso es reprochable y nadie puede relativizar esto, porque es un atentado grave a la fe pública. Y yo creo que, paradójicamente, quien más claro lo tiene es el propio Rodrigo Rojas, quien, al momento de confesar, señala que su posibilidad de mantenerse en la convención es insostenible y renuncia a la vicepresidencia adjunta que ocupa en la mesa”, comenta Daza.
El segundo ámbito que analiza el convencional es el relacionado con el plano humano. Pero además Daza ve un tercer flanco que abrió la mentira de Rojas, uno que tiene que ver con la Convención Constitucional en su conjunto: “El proceso es más importante que Rodrigo Rojas, que Mauricio Daza, que cualquier convencional. Tenemos que hacer lo necesario para resguardarlo. Y ahí está el desafío de que vamos a hacer ahora, en un contexto en que no hay normas que nos ayuden a resolver de una manera sencilla esta situación”.
El abogado explica que Rojas no puede renunciar, a menos que invoque la causal de una enfermedad grave y que esto sea ratificado por el Tribunal Constitucional. Sin embargo, cuando se definieron las reglas del proceso constituyente se estableció en una norma que el Tribunal Constitucional no tiene ninguna competencia en relación a la convención.
En síntesis, se tiene una causal de renuncia, pero no tienen o reconocen a ninguna institución que lo declare, por lo que “en la práctica no es posible que se concrete esa renuncia”, según afirma el constituyente.
Pero en el caso de renunciar ¿Qué sucedería con el cupo de Rojas? Según las normas parlamentarias, que son las que se aplican para los constituyentes, si un miembro de la convención renuncia, el cupo sería ocupado por alguien que el partido político del renunciado designe. Rojas iba por la Lista del Pueblo, una lista de independientes, por lo que no tendría reemplazante en la asamblea.
Sin embargo, esto sería subsanado cuando se apruebe el reglamento interno de la convención, el cual establecería que el reemplazo en una lista de independientes sería el siguiente de la misma lista, guardando también las normas de paridad de género.
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