Fueron horas muy agitadas las que se vivieron esta semana al interior de la Conaf y de la gobernación que conduce Jorge Flies.
El viernes pasado la Conaf emitió la resolución 338 en donde se establecían una serie de “objetos de conservación biológicos y culturales” en la Reserva Nacional Kawéskar. En otras palabras, la resolución, firmada por la directora regional, Alejandra Silva Garay, pretendía subrayar e imponer fuertes condiciones de operación a todos los actores vinculados al litoral: comunidades kawéskar, pescadores artesanales y empresas salmonicultoras.
Parecía así el paso anterior a una decisión mucho más gruesa como la de transformar la reserva en parque.
Este viernes 12 de agosto se confirmó que la iniciativa será derogada la próxima semana ante el férreo rechazo de todos los sectores involucrados.
Días antes incluso el presidente Gabriel Boric había mencionado la necesidad de trabajar en conjunto y con reglas claras en la región de Magallanes. La resolución, como suele decirse, parecía ser “más papista que el Papa”.
La reacción de pescadores, familiares kawéskar, salmonicultores y el gobernador fue unánime: Conaf iba más allá de sus atribuciones. “Esto es gravísimo”, señaló Flies.
“Es una enorme irresponsabilidad el que Conaf emita una resolución en pleno desarrollo de un proceso y donde se da cuenta de restricciones”, le dijo el presidente de la Asociación Gremial de Pescadores de Puerto Natales, Jaime Agurto, a La Prensa Austral.
Por su parte, la Asociación de Salmonicultores de Magallanes también se expresó en contra de la polémica resolución.
“La resolución de Conaf que establece arbitrariamente los objetos de protección de la Reserva Kawésqar rompe la mesa de trabajo en la que estaban participando diversos actores locales y genera un claro retroceso, pues el organismo toma una decisión sin considerar la participación comprometida. Nos sumamos a la preocupación que genera esta situación y esperamos que se retome el camino de escuchar a todos los actores, pues hay más de una postura respecto a los usos de la reserva”, señaló Pablo Berazaluce, director ejecutivo de la organización que reúne a algunas de las principales empresas del sector.
“En la actualidad las actividades económicas y productivas son compatibles con la conservación en la Reserva, así lo decretó Contraloría, esa posición es la que representa a muchos en Magallanes, muchos que buscamos un desarrollo sustentable para la región y su gente. Nos encontramos en una constante búsqueda por mejorar los estándares de la actividad y estamos abiertos a continuar el diálogo en torno al desarrollo de la industria.
Sin duda hay otros grupos cuyos intereses están en que esta realidad cambie, pero las decisiones de los organismos del Estado no pueden adoptarse escuchando solamente a algunos”, concluyó.
¿Cómo si esto? Todo indica que Conaf llamará a una mesa de diálogo en que los distintos sectores serán convocados. Habrá que esperar.
