Columna de Carlos Odebret: Diálogo con datos para el bienestar de los Magallanicos

6 de mayo de 2022

Estamos de acuerdo con el presidente cuando se refiere construir una industria sustentable, que vele por el cuidado del medio ambiente,  el desarrollo social y económico del sur de Chile. Hoy, podemos decir con orgullo que Magallanes es una de las ocho regiones del mundo certificada como buena alternativa por la prestigiosa ONG Monterrey Bay Aquarium para el cultivo de salmón atlántico. 


Somos también una industria ampliamente fiscalizada. Por ejemplo, el año 2021 la salmonicultura fue la actividad más fiscalizada de Chile por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente. Con más de 1.300 expedientes representó el 52% del total nacional y cuyo resultado fue un cumplimiento del 99,2%. 
La industria es una positiva desarrolladora de empleo a nivel regional. Tenemos un largo compromiso con los magallánicos, que es más que palabras: de nuestros 4.500 colaboradores el 80% es de la región y cientos de emprendedores como pequeñas hostales, servicios de alimentación y prestadores de servicios de todas las provincias están vinculados de manera directa con nuestra actividad. Para muchos, la salmonicultura es una oportunidad de bienestar.

En el contexto que vive nuestro país y el mundo, no se le puede restar competitividad a la industria del salmón. La salmonicultura ocupa un 0,16% de las Áreas Protegidas y consideramos que es posible encontrar buenas soluciones a la supuesta incompatibilidad que han señalado.

Consideramos que es importante aclarar que la salmonicultura se encuentra emplazada en lugares que fueron designados por el Estado y  fue aprobada luego que cada proyecto se sometiera al proceso de evaluación ambiental. Cada concesión fue otorgada en áreas consideradas como apropiadas para el desarrollo acuícola. Por ello, los complejos problemas de ordenamiento territorial deben ser abordado con políticas públicas inteligentes para evitar crear nuevas dificultades producto de la pérdida de oportunidades.

Debemos construir algunos principios comunes: en el diálogo no hay buenos ni malos, tenemos intereses comunes; las empresas son las personas que las componen y compartimos la idea que debemos cooperar para construir un diálogo público – privado con el fin de avanzar hacia una industria más sustentable,  competitiva y que contribuya con el bienestar de los magallánicos.

* Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes.

Escrito por: Redacción Zona Zero