Inaugurado en abril de 1894, el Cementerio Municipal Sara Braun nos lleva a la época dorada de Magallanes, cuando Punta Arenas era el único puerto de conexión entre los océanos Atlántico y Pacífico. Se encuentra a solo diez cuadras de la Plaza de Armas Muñoz Gamero.
El acceso se realiza a través de un pórtico monumental de arquitectura estilo ecléctico, con líneas neo-barrocas, que da paso a un amplio espacio de jardines. En sus 8 hectáreas de terreno, se observan más de 600 cipreses en hileras a lo largo de sus avenidas, creando un ambiente solemne y de gran belleza.
La ciudad se erguía en un clima inhóspito, y el esfuerzo de sus habitantes la convirtió en un símbolo de progreso.
En 2012, el Cementerio Sara Braun fue declarado Monumento Nacional Histórico, y ha sido reconocido internacionalmente entre los diez cementerios más hermosos del mundo por diversos medios de comunicación.
Sara Braun Hamburguer, nació en Talsen, Rusia, el 16 de diciembre de 1862. Llegó a Magallanes el año 1874 y el 23 de agosto de 1887 contrajo matrimonio con el pionero portugués José Nogueira, acaudalado comerciante. Tras la muerte del lusitano heredó su fortuna y sus bienes, poniéndose Sara Braun al frente de los negocios.
Una de las donaciones que hizo a la ciudad de Punta Arenas es justamente el pórtico monumental del Cementerio Municipal. Generalmente, dicho ingreso se encuentra sellado y la entrada se realiza por una puerta lateral.
Una de sus características más distintivas del camposanto es la presencia de mausoleos y sepulturas de organizaciones de beneficencia, que se encargaban de dar sepultura a aquellos inmigrantes que llegaron a Punta Arenas de manera solitaria, sin familiares cercanos.
Recorrer este lugar es ingresar en la historia de la Patagonia, un viaje que revela el legado de quienes contribuyeron a formar la ciudad.