La candidata a diputada por Magallanes del Partido Socialista, Vanja Rogosich Cvitanic, explicó que su candidatura se definió dado que existe en la política un ambiente de incertidumbre, lo cual la motivó a asumir el desafío.
“Tengo cómo principio que en política uno hace las cosas no por que quiere, sino porque debe hacerlo. En esta ocasión, un grupo de compañeras y compañeros me solicitaron que pudiese ser candidata. La primera vez dije como que no, después me insistieron. Me dijeron que el momento político era complejo. Por otra parte está también la solicitud de mujeres del PS, que considera que hay que aprovechar que Chile ha cambiado y que nos están dando a los jóvenes más oportunidades para ocupar los espacios de representación y así hacer buena política”, comenta la candidata, por lo que terminó aceptando la petición de participar en las próximas elecciones.
Respecto de la mayor participación de jóvenes en política hoy en día, Rogosich declara que no cree que la juventud sea una virtud en sí misma, pero considera que debe haber recambio en la política, más que nada para que las autoridades electas no se “acostumbren” al poder.
“Tiene que haber recambio”, afirma la candidata, agregando que para que se desarrolle realmente un proyecto político no se puede depender de una sola persona.
“Tiene que haber una persona que continúe el proyecto, no puede quedarse uno eternamente en un cargo, porque eso demuestra que el proyecto político que representamos no tiene ningún sentido, o lo estamos haciendo mal, porque tiene que haber alguien que continué la tarea permanentemente”, declara, añadiendo que “quedarse eternamente en un cargo le hace daño a la democracia”.
Al referirse sobre la desconfianza general en la ciudadanía hacia los partidos políticos, la socialista confiesa como dirigente y militante que es una situación dolorosa, ya que muchos partidos han sido importantes en la historia y desarrollo de nuestro país.
“Estoy orgullosa del Partido Socialista, por lo que ha significado para la historia del país y particularmente por lo que ha significado para Magallanes. Ahora, entiendo perfectamente la decepción de las personas, es contra lo que luchamos permanentemente quienes estamos en los partidos”, reconociendo lo difícil que es liderar a la juventud, toda vez que aprecian situaciones que les parecen reprochables, más allá de actos de corrupción o similares, sino más bien relacionadas con la forma “clásica” de hacer política.
La candidata confiesa que su lucha como dirigente ha sido combatir contra la decepción permanente que expresan los jóvenes y vecinos respecto de la política.
