Aprender de las buenas ideas [Por José Saldivia Díaz]

26 de febrero de 2022

Desde que conocí la idea  primera del Centro Antártico Internacional , sentí que se estaba acertando no solo en algo  interesante y consistente y que era necesario dar los saltos siguientes para que en algún minuto se concretara , como efectivamente se fueron dando en el tiempo esos pasos , hasta que  finalmente en fecha muy reciente se comenzó a materializar con proyecto y recursos.

Sigo teniendo la misma sensación primera , que es un salto a distancia y con futuro . No puede ser de otra manera , cuando es de esas iniciativas que se ven ocasionalmente  y que  de verdad son las que determinan rumbo . Se que no me equivoco , pero en el tiempo muchos llegarán  a preguntarse en distintos momentos ,  como y porque no se hizo antes o cuáles eran las motivaciones de quienes buscaban no solo que no se materializa , si no que este  desapareciera de cualquier carpeta . Escuché tantas opiniones referente a este centro y de todos los sectores políticos , económicos y sociales .  Algunos realmente sorprendentes y absurdos .

Siempre en la historia han existido esos agoreros que inmovilizan a las gentes,  azuzando  los miedos a lo que puede resultar con algo  novedoso e  innovador  , estos generalmente no alcanzan llegar ni a un canto de la historia. Pero agotan. Aristoteles decía que » hay un rincón de estupidez hasta en los cerebros de los más grandes» .

Porque digo todo esto , revisando situaciones parecidas en diferentes lugares del mundo,  he visto como ideas e iniciativas cambiaron las realidades, cuando pudieron concretarse más allá de la coyuntura y dificultades que existían en algunas ocasiones  . En todo caso , no se cuando han estado los momentos oportunos  en el quehacer de los pueblos. Soy de los que cree que,  si el hombre hubiese esperado sólo los buenos momentos para caminar y avanzar , todavía estaría viviendo arriba de un árbol.

Un ejemplo de cómo la  innovación puede cambiar las realidades territoriales y que las crisis  dan oportunidades únicas ,como ocurrió en Bilbao , España , con la creación del Museo de Arte moderno  Guggenheim , que  nace en una oportunidad  cuando la ciudad vivió una de esas circunstancias oscuras , que parece que nada podrá cambiar la realidad presente. La decadencia industrial en ese territorio ,  había traído aparejada cesantía, baja comercial y otras consecuencias que  parecían casi irreversibles. Ante este  sino  ,  un grupo pequeño percibe que la vía cultural era una posibilidad y se la jugaron con todo, recursos , proyectos y un cuanto hay . Torciendo la realidad que padecian.

Hoy 25 años después , Bilbao pasó de ser una  ciudad industrial decadente a convertirse en  uno de los centros culturales más importante del mundo , donde solo el museo , con un edificio extraordinario, innovador y atractivo recibe una media muy superior al millón de visitantes anuales,  cuando en las fechas previas a su concreción llegaban menos de ciento cincuenta mil visitantes anuales y normalmente muy de paso, pues no había nada allí que favoreciera pernoctar  . El impacto ha sido  extraordinario en la economía y en la sociedad vasca , impulsando el turismo en la región y promoviendo la revitalización de múltiples espacios públicos y privados que se fueron sumando con nuevas inversiones  . Hoy toda la ciudad  es un  museo y se  habla del «efecto Guggenheim» o «efecto Bilbao» como un ejemplo extraordinario de reconversión de territorios deprimidos .

Si hubiesen esperado el mejor momento para actuar o parchando subsidiariamente las necesidades y actividades , con seguridad estarían peor o igual de deprimidos y  en ninguna circunstancia mejor.  En todo caso , fueron en un momento más los que se opusieron a esta iniciativa , que los visionarios que vieron más allá de sus narices y posibilidades . Claro que hoy el respaldo a esta iniciativa es total.

Son muchos los ejemplos  donde ideas innovadoras son capaces de cambiar las realidades locales , entregando de paso una mejor vida y bienestar a sus habitantes , de manera permanente, estable y creciente  y que cuando se miran en la  perspectiva que solo la  da el tiempo,  muchos  dicen porque no antes,  incluidos los que sin duda  cambiaran  de opinión y asumirán su error de  oponerse  o de creer que no eran los tiempos  .

No hay ningún territorio en Chile y en el mundo que ofrezca mejores ventajas comparativas para materializar una iniciativa como esta. Por lo mismo es hora de comenzar a concretar y no repetir  una vez  más esa letanía  , que no son los tiempos , que hay otras prioridades. porque no esperamos unos años  . Estos últimos son los mismos que callan cuando se organiza un evento antártico en Pucón y se dice que es porque no estamos preparados para realizarlo. Parece un chiste. Einstein decía «¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.

Escrito por: José Saldivia Díaz, columnista.