Desde que conocí la idea primera del Centro Antártico Internacional , sentí que se estaba acertando no solo en algo interesante y consistente y que era necesario dar los saltos siguientes para que en algún minuto se concretara , como efectivamente se fueron dando en el tiempo esos pasos , hasta que finalmente en fecha muy reciente se comenzó a materializar con proyecto y recursos.
Sigo teniendo la misma sensación primera , que es un salto a distancia y con futuro . No puede ser de otra manera , cuando es de esas iniciativas que se ven ocasionalmente y que de verdad son las que determinan rumbo . Se que no me equivoco , pero en el tiempo muchos llegarán a preguntarse en distintos momentos , como y porque no se hizo antes o cuáles eran las motivaciones de quienes buscaban no solo que no se materializa , si no que este desapareciera de cualquier carpeta . Escuché tantas opiniones referente a este centro y de todos los sectores políticos , económicos y sociales . Algunos realmente sorprendentes y absurdos .
Siempre en la historia han existido esos agoreros que inmovilizan a las gentes, azuzando los miedos a lo que puede resultar con algo novedoso e innovador , estos generalmente no alcanzan llegar ni a un canto de la historia. Pero agotan. Aristoteles decía que » hay un rincón de estupidez hasta en los cerebros de los más grandes» .
Porque digo todo esto , revisando situaciones parecidas en diferentes lugares del mundo, he visto como ideas e iniciativas cambiaron las realidades, cuando pudieron concretarse más allá de la coyuntura y dificultades que existían en algunas ocasiones . En todo caso , no se cuando han estado los momentos oportunos en el quehacer de los pueblos. Soy de los que cree que, si el hombre hubiese esperado sólo los buenos momentos para caminar y avanzar , todavía estaría viviendo arriba de un árbol.
Un ejemplo de cómo la innovación puede cambiar las realidades territoriales y que las crisis dan oportunidades únicas ,como ocurrió en Bilbao , España , con la creación del Museo de Arte moderno Guggenheim , que nace en una oportunidad cuando la ciudad vivió una de esas circunstancias oscuras , que parece que nada podrá cambiar la realidad presente. La decadencia industrial en ese territorio , había traído aparejada cesantía, baja comercial y otras consecuencias que parecían casi irreversibles. Ante este sino , un grupo pequeño percibe que la vía cultural era una posibilidad y se la jugaron con todo, recursos , proyectos y un cuanto hay . Torciendo la realidad que padecian.
Hoy 25 años después , Bilbao pasó de ser una ciudad industrial decadente a convertirse en uno de los centros culturales más importante del mundo , donde solo el museo , con un edificio extraordinario, innovador y atractivo recibe una media muy superior al millón de visitantes anuales, cuando en las fechas previas a su concreción llegaban menos de ciento cincuenta mil visitantes anuales y normalmente muy de paso, pues no había nada allí que favoreciera pernoctar . El impacto ha sido extraordinario en la economía y en la sociedad vasca , impulsando el turismo en la región y promoviendo la revitalización de múltiples espacios públicos y privados que se fueron sumando con nuevas inversiones . Hoy toda la ciudad es un museo y se habla del «efecto Guggenheim» o «efecto Bilbao» como un ejemplo extraordinario de reconversión de territorios deprimidos .
Si hubiesen esperado el mejor momento para actuar o parchando subsidiariamente las necesidades y actividades , con seguridad estarían peor o igual de deprimidos y en ninguna circunstancia mejor. En todo caso , fueron en un momento más los que se opusieron a esta iniciativa , que los visionarios que vieron más allá de sus narices y posibilidades . Claro que hoy el respaldo a esta iniciativa es total.
Son muchos los ejemplos donde ideas innovadoras son capaces de cambiar las realidades locales , entregando de paso una mejor vida y bienestar a sus habitantes , de manera permanente, estable y creciente y que cuando se miran en la perspectiva que solo la da el tiempo, muchos dicen porque no antes, incluidos los que sin duda cambiaran de opinión y asumirán su error de oponerse o de creer que no eran los tiempos .
No hay ningún territorio en Chile y en el mundo que ofrezca mejores ventajas comparativas para materializar una iniciativa como esta. Por lo mismo es hora de comenzar a concretar y no repetir una vez más esa letanía , que no son los tiempos , que hay otras prioridades. porque no esperamos unos años . Estos últimos son los mismos que callan cuando se organiza un evento antártico en Pucón y se dice que es porque no estamos preparados para realizarlo. Parece un chiste. Einstein decía «¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.