En una sesión conjunta de las comisiones de Relaciones Exteriores y Economía de la Cámara de Diputados, autoridades gubernamentales, gremios exportadores y parlamentarios abordaron en profundidad el impacto de la aplicación de un arancel base del 10% anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a productos provenientes de Chile. La medida ha generado gran preocupación, especialmente en el sector salmonicultor, debido a la relevancia de este mercado para el país.
El presidente de SalmonChile, Arturo Clément, fue enfático al describir el alcance que esta medida puede tener sobre la industria del salmón, una de las más relevantes del país. “Cualquier efecto negativo tiene un impacto sustancial en las exportaciones chilenas y, en especial, en la economía del sur austral, desde Biobío hasta Magallanes. Chile es el segundo productor mundial de salmón y el principal proveedor de salmón en Estados Unidos, con una participación de mercado del 55%. Si a eso le sumamos que el salmón representa más del 40% del total de las exportaciones alimentarias de Chile, el impacto de este arancel puede ser devastador”.
Clément detalló que, sólo en 2023, las exportaciones de salmón chileno a Estados Unidos superaron los US$2.500 millones, cifra que, considerando el flete aéreo y el carácter de producto fresco, alcanza los US$3.500 millones. “Estamos hablando del segundo producto de exportación del país después del cobre, y este nuevo arancel nos deja en clara desventaja frente a otros competidores como Canadá, que tiene un 0% de arancel gracias al tratado tripartito con Estados Unidos y México. Noruega, en cambio, tiene un 10%, pero ellos ya tenían un 15% anteriormente”.
Sobre los primeros efectos de la medida, el dirigente gremial advirtió que “en este momento, la mitad de los aranceles se está traspasando al consumidor estadounidense, y la otra mitad la están absorbiendo los productores chilenos. Además, hay una paralización en muchas compras spot porque los compradores no tienen claridad respecto a si podrán trasladar el arancel final al consumidor. Estamos estimando una caída de un 20% en la demanda estadounidense, lo que es muy difícil de recolocar en otros mercados a corto plazo”.
En cuanto a los impactos indirectos, Clément señaló que “en Brasil, que es nuestro tercer mercado más importante, el precio del salmón ya cayó un 4%, justamente por la indexación de precios a lo que ocurre en Estados Unidos. Es decir, este arancel no sólo afecta las exportaciones directas a ese país, sino que tiene un efecto dominó sobre otros mercados clave”.
El presidente de SalmonChile aseveró que los impactos económicos podrían ser entre US$300 millones a US$600 millones menos anuales. “Todo depende de cómo se desarrolle el dinamismo de la demanda. Estamos en un período de alta incerteza que hace que la demanda de los productos sea muy débil y especialmente en el caso de salmón, que es una de las proteínas más caras”.
Finalmente, mientras se afinan las gestiones diplomáticas en Washington, en Chile se refuerza la convicción de que el país no puede permitirse perder competitividad en una de sus principales industrias. Gremios y parlamentarios enfatizaron que la salmonicultura necesita con urgencia medidas de protección, modernización y una defensa sólida en instancias internacionales.