Los primeros días de enero se presentó un reclamo ante la Contraloría General de la República en relación con un proceso de licitación llevado a cabo por la Secretaría Regional Ministerial de Educación de Magallanes para la contratación de servicios de aseo. Según el documentos ingresados, se acusa que el proceso vulneró los principios básicos de una licitación pública, señalando posibles conflictos de interés, falta de integridad y discriminación.
Los afectados señalan que la empresa adjudicada no cumplía con los requisitos mínimos establecidos en las bases técnicas del concurso.
El seremi de Educación, Valentín Aguilera, ha indicado que el proceso de licitación se desarrolló conforme a la normativa vigente, destacando que las personas tienen el derecho de presentar observaciones y reclamaciones. “Nuestro equipo jurídico ha manifestado que el procedimiento se ajustó a la normativa. Sin perjuicio de ello, estamos abiertos a que Contraloría realice el análisis correspondiente. Es parte de nuestra labor garantizar la transparencia en cada uno de los procesos”, expresó Aguilera.
Según los afectados, este caso podría ser solo una muestra de un problema más profundo, insinuando la posibilidad de corrupción o nepotismo en el manejo de las licitaciones públicas. Una situación que llama profundamente la atención, y que además expone una actitud siempre muy liviana por parte de la autoridad cuando se enfrenta a situaciones complejas, que no han sido pocas durante su gestión.
Es más, los reclamos también se hicieron ante la seremi de Educación a través de la plataforma de Mercado Público, pero según los afectados las respuestas desde la autoridad fueron diferentes frente al mismo punto que se planteó.
Los antecedentes se pueden revisar a continuación: