A 10 años del fallecimiento del “Flaco” Spinetta (Columna por Salvador Miranda Vios)

8 de febrero de 2022

Recuerdo nítidamente la primera vez que escuche a Spinetta, año 1981. La dulzura de su poesía y la delicadeza de su música me sorprendieron gratamente.

Todo sucedió gracias a Radio Nacional de Río Turbio, vecina comunidad argentina de Puerto Natales.

El primer tema que escuche fue “Muchacha ojos de papel”, uno se sorprende de la belleza y eso me pasó como a miles o millones de otras personas.

Las letras del flaco eran sorprendentes, te hacían viajar y su constante evolución musical donde el buen gusto era el mínimo común denominador, nos invitaba a pasear desde el Rock Primario de Almendra, al Hard Rock de Pescado Rabioso, la progresión de Invisible, el jazz de Spinetta jade, el sonido garaje de los Socios del Silencio y los bellos discos solistas que realizó durante su carrera.

Esas obras de arte se mantienen en la historia del rock argentino como monumentos, su lírica nos pasea por un universo que se abre como las páginas de un libro imprescindible.

Su filosofía, su ética, su consecuencia, nos muestran quién era él.

El flaco está dentro de la lógica de los creadores, de los grandes escritores tanto de letras como de una música que solo alguien de su estatura podía generar.

La ensoñación, el viaje la búsqueda y el trabajo desinteresado, donde la ética rige.

Gracias al flaco pudimos abrir nuestras cabezas y así logramos entender al mundo.

Recuerdo que el día que falleció Spinetta viajaba desde Punta Arenas a Puerto Natales y leí en twitter sobre su deceso, confieso que se me vino el mundo encima, pero recordé que nada es para siempre y pensé que al fin el flaco comenzaba su viaje junto al capitán Beto por el espacio infinito.

Escrito por: Salvador Miranda Vios