La tagua volvió, volvió desde aquel lugar donde pasa el invierno al mismo lugar en donde año tras año confecciona su nido y trata de criar a sus polluelos, la tagua después de toda una temporada invernal regresó a su casa en el Humedal Tres Puentes.
Claramente no tenemos idea de cómo la afectamos con nuestras actividades, los primeros años que la vi solo se podía ver un insipiente trazado que luego se convirtió en una avenida que cambio el paisaje fragmentando en dos aquello que llamaban hogar.
Aunque invisible ante nuestros ojos y como eco de esa situación ignorada las máquinas y camiones comenzaron a llenar de escombros un sector que no alcanzo a tapar aquel pequeño enclave de esta mini geografía donde un año más volvió esta tagua.
Quizá la fotografía no es muy elocuente pero la realidad es que la tagua del mirador volvió una vez más este año 2021 indiferente a nuestra pandemia, con el reloj en contra, amenazas globales y locales, a pesar de todo esta tagua regresó un año más.
Hoy día lo invisible es diferente y este recurrente sitio de nidificación por fin está protegido por el paraguas imperfecto de una ley de humedales y un nombramiento oficial, para nosotros quizá son solo letras pero para esta simple tagua es la oportunidad de volver a un hogar a criar un año más, para ella no es un paraguas imperfecto es la esperanza.
(Grafico: Nidificación de taguas en el humedal, información no publicada Humberto Gómez Galindo)
