La Comisión de Derechos Fundamentales aprobó la norma que consagra que el Estado garantiza el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, entre ellos, «el derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre el propio cuerpo, sobre el ejercicio de la sexualidad, la reproducción, el placer y la anticoncepción».
El artículo logró 24 votos a favor, 1 abstención (Roberto Celedón, FRVS) y 8 en contra de los representantes de Vamos por Chile, Rocío Cantuarias, Claudia Castro, Katerine Montealegre, Bárbara Rebolledo, Alfredo Moreno, Manuel José Ossandón y Teresa Marinovic; y Felipe Harboe (Col. del Apruebo), que dijo que se equivocó al votar.
Con este paso en la comisión, la norma queda lista para ir a medirse al pleno de la Convención, donde necesitará el apoyo de 2/3 de los convencionales para pasar a formar parte de la propuesta de nueva Carta Magna. El detalle de la redacción El texto anterior decía que «el Estado reconoce y garantiza a todas las personas sus derechos sexuales y reproductivos (..) incluyendo el derecho al aborto sin interferencia de terceros». En cambio, la nueva redacción dice que «todas las personas son titulares de derechos sexuales y derechos reproductivos. Estos comprenden, entre otros, el derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre el propio cuerpo, sobre el ejercicio de la sexualidad, la reproducción, el placer y la anticoncepción». «El Estado garantiza el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos sin discriminación, con enfoque de género, inclusión y pertinencia cultural, así como el acceso a la información, educación, salud, y a los servicios y prestaciones requeridos para ello, asegurando a todas las mujeres y personas con capacidad de gestar, las condiciones para un embarazo, una interrupción voluntaria del embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos. Asimismo, garantiza su ejercicio libre de violencias y de interferencias por parte de terceros, ya sean individuos o instituciones», se lee en el artículo.
Finalmente, establece que «el Estado reconoce y garantiza el derecho de las personas a beneficiarse del progreso científico para ejercer de manera libre, autónoma y no discriminatoria, sus derechos sexuales y reproductivos».